Ayer, el
Tribunal de Disciplina de la ANFP confirmó la resta de 30 puntos para San Antonio Unido, club de la Segunda División, sentenciando su descenso al fútbol amateur para el 2026. El castigo llega por incumplimientos financieros, un tema que ya ha sido recurrente en diversos clubes de la división.
Tras esto, los 13 equipos que componen la Segunda sacaron un comunicado en conjunto disparando contra el Sifup con duros dardos.
"Durante el último año advertimos que el 'modelo Sifup', basado en la libertad total de edad y sin considerar la realidad económica de la categoría, nos empujaba hacia un escenario insostenible.
Lamentablemente, el tiempo nos dio la razón. Este modelo no solo afectó las finanzas de los clubes, sino también la competitividad del torneo: Nos hizo jugar apenas 24 partidos en 35 semanas, con pausas inexplicables que atentaron contra el ritmo, la motivación y la asistencia del público", parte el texto.
Y lanzan: "El año pasado fue Fernández Vial. Hoy es San Antonio Unido. Si no se corrige el rumbo, otros clubes seguirán el mismo camino. El sistema actual, que promueve planteles con salarios muy por sobre las capacidades reales de las instituciones, ha generado una presión financiera imposible de sostener. En lugar de fortalecer al fútbol profesional, lo ha debilitado, empujando a varios clubes al borde de la quiebra".
Pero no se detienen ahí. En el comunicado vuelven a cargar contra el sindicato de fútbolistas profesionales: "El Sifup, que se ha negado sistemáticamente a dialogar con los clubes de Segunda División, probablemente dirá que este modelo fue 'acordado' en la mediación de la Dirección del Trabajo del verano pasado. Pero la verdad es otra: Ese supuesto acuerdo fue impuesto bajo la amenaza de paralizar los campeonatos de Primera y Ascenso, dejando a la Segunda División sin alternativa. No hubo diálogo real, ni análisis técnico, ni visión de sostenibilidad".
Y cierran: "La Segunda nació con un propósito formativo y de desarrollo. Sin embargo, las decisiones tomadas en los últimos años -sin escucha, ni coherencia ni responsabilidad- la han transformado en inviable, donde competir equivale a endeudarse, poniendo en serio riesgo la continuidad para el 2026. Hoy no se trata de buscar culpables, sino de aprender. El fracaso de este modelo debe ser una advertencia: El fútbol chileno necesita reformas que prioricen la estabilidad, la sostenibilidad y el desarrollo responsable por sobre los intereses coyunturales".
No es primera vez que los clubes de la Segunda disparan. A finales del 2024 se habían unido para anunciar acciones legales contra la ANFP. Incluso en su momento amenazaron con no jugar esta temporada.