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Las potentes revelaciones de Maximiliano Cerato, ex figura del fútbol chileno, sobre su lucha contra la ludopatía

El 2023 confesó su adicción.

22 de Octubre de 2025 | 20:13 | Redactado por Claudio Ortega, Emol
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El Mercurio
Maximiliano Cerato tiene historia en Chile. Se transformó en figura de Everton y más tarde jugó en Cobreloa. El talentoso volante dejó su huella.

El 2023 el argentino nacionalizado chileno confesó el gran problema que complió su carrera: La ludopatía. Ahora, años más tarde, hizo potentes revelaciones de la enfermedad.

"Durante mucho tiempo pensé que podía resolverlo solo, que era un tema mío y que no debía involucrar a nadie más", relató en entrevista con la revista del Sifup.

"Sentía que no tenía salida, que lo mío no tenía solución. Pero en ese instante entendí que el primer paso era dejarme ayudar. Levantar la mano. Y me sorprendí al descubrir que sí había una salida, que podía volver a tener una vida mucho mejor que la que llevaba", siguió.

Cerato también contó el origen de su problema. Todo comenzó en 2010 cuando defendía a Everton y fue al Casino de Viña de Mar con un amigo. El Blackjack cambió todo.

"Lo peor que me pudo haber pasado fue ganar. Porque ahí sentí que podía controlar el juego, que estaba por encima de la lógica y que podía ganarle siempre a la mesa. Ese pensamiento me acompañó mucho tiempo y terminó siendo el inicio de un problema más grande", sinceró.

"Al principio iba al casino como una diversión. Me parecía algo normal, una salida con amigos, una manera de pasar el tiempo (…) Cuando empecé a sentir que todo giraba en torno a eso. No estaba presente con mi familia, no pensaba en el fútbol, todo era la próxima apuesta", complementó.

El Sifup fue un lugar de ayuda para Cerato. Entró al Programa de Salud Mental y comenzó a luchar contra la ludopatía.

"Llamé a Gamadiel (García), me contestó y se puso a disposición inmediatamente, junto con Luis Marín, Alfonso Canales y Fernando Cordero, a quien tuve de compañero en Linares. Ellos no solo me acompañaron, también me apoyaron económicamente en un momento crítico", indicó.

"Fue muy duro. Estaba ahí las 24 horas sin poder escapar. Las jornadas comenzaban a las siete de la mañana y terminaban a las 11 de la noche, con actividades y grupos todos los días de lunes a sábado. El primer mes no podía ver a nadie. Recién después empecé a recibir visitas cortas de mi familia los fines de semana", agregó.

Y cerró: "Al principio tuve momentos en que quería irme, sobre todo en los primeros días, con sueños malos y emociones muy fuertes. Pero ahí estaban los profesionales para explicarme que todo eso era parte de la recuperación y que debía atravesarlo para salir adelante".

A sus 37 años, Cerato se encuentra sin equipo, pero sueña con rendir en su última etapa como futbolista.