Javiera Garrido es una de las figuras promisorias del ciclismo chileno. Como júnior tuvo una trayectoria brillante. El año pasado llegó a ser la número uno del ranking mundial en scratch y persecución individual, también obtuvo dos cuartos lugares en el Mundial de la categoría en China.
Este es su primer año compitiendo con las élites y tuvo un desafío muy fuerte en el Mundial adulto que se disputó en Chile.
"Javi" en la Madison no pudo terminar la carrera debido a una caída, pero también corrió en el Scratch. Dice que quería terminar en el top 10, pero finalmente ocupó el puesto 21. Si bien es competitiva y quiere resultados, entiende el proceso que está viviendo.
"Un Mundial adulto es algo totalmente nuevo para mí. Poder terminar la prueba (scratch) para mí fue un gran logro. Voy a seguir trabajando para poder alcanzar todos los resultados que quiero", le dice a Emol.
"La transición de júnior a élite ha sido dura. No es fácil. Es literalmente caer en el juego con los mejores del mundo. Poder estar a la altura es algo que me gustó mucho", añade.
Sin embargo, ese deseo por ganar sigue intacto. En ese sentido, nada ha cambiado.
"Es por lo que estamos trabajando. Yo sabía que era difícil que lo pudiese hacer este año, porque todas las demás corredoras tienen mucha experiencia, muchísima más que yo. Esa es una ventaja de ser júnior. Todas tienen el mismo nivel de experiencia porque tenemos la misma edad. Pero voy a seguir trabajando para ojalá poder cantar el himno nacional en algún otro campeonato mundial", apunta.
Este Mundial tuvo algo especial para ella. Su mamá, Paola Muñoz, una de las ciclistas nacionales más destacadas de la historia, formó parte de la selección nacional también.
El papá de "Javi", el ex ciclista Gonzalo Garrido, comentó las competencias para TVN.
"No hay nada más bonito que correr en casa y qué mejor que poder hacerlo dentro de mi mamá que está dentro de la delegación como compañera de equipo y con mi papá comentando en TVN. Ha sido una ocasión muy familiar, estoy feliz", asevera la pedalera..
La joven deportista de 19 años es muy apegada a su familia. Este año, su vida experimentó un cambio radical. Dejó Chile y se fue a estudiar a Estados Unidos.
Su madre, Paola, ha dicho que la adaptación fue "dura" al principio. "Javi" lo confirma.
"Ha sido complicado irme a vivir a Estados Unidos. Extrañando a la familia, extrañando a los amigos, extrañando a toda la gente. Pero mis papás han sido mi soporte. Me llaman cuando entreno, están siempre atentos de lo que necesito y la universidad también me da todas las oportunidades de poder realizar mis entrenamientos de la mejor manera y la posibilidades de poder venir", manifiesta.
"Allá estando sola la motivación cuesta un poco. Estoy mucho con el tema de las clases, de tratar de darme los espacios. Pero las ganas nunca faltan. Mi familia me apoya y me motiva todos los días. Estoy estudiando administración de empresas y voy a hacer un cuarto año de negocios internacionales", cierra la triple medallista en los últimos Juegos Panamericanos Junior.
