En los últimos años, el golf chileno ha crecido de una manera increíble. Sin ir más lejos, Joaquín Niemann y Guillermo Pereira han puesto al país en los primeros planos, con impresionantes resultados y títulos en giras como el PGA Tour o el LIV Golf.
En este boom explosivo del golf en Chile hace ya casi 10 años, mucho tiene que ver también Felipe Bertin Puga, presidente que llegó a la cabeza de este deporte el 27 de septiembre de 2016.
Con él en el mandato, se han vivido los mejores años del golf nacional. Difícilmente alguien podría decir lo contrario. Pero todo tiene su fin, y en lo que significa un remezón para el medio golfístico, el dirigente deja la presidencia. Su puesto será ocupado por Guillermo Christiansen, árbitro internacional, desde enero próximo y a lo menos hasta 2029.
En la previa del Scotiabank 95° Abierto de Chile,
Bertin hizo un repaso de su presidencia y fue categórico tanto con lo bueno que ocurrió en su periodo como con lo que "quedó al debe".
"Del punto de vista institucional y financiero, la federación está mucho más robusta y más sólida que cuando la tomamos. Sin tener mucha más gente trabajando, creo que tenemos una estructura muy sólida. Triplicamos el presupuesto, con recursos del estado, pero también con muchos auspicios y con lo aportado por los clubes", parte contando a Emol.
"Desde lo deportivo ni hablar. Fueron los mejores años de la federación, y no porque estuviera yo, si a 'Joaco' Niemann yo no le hice clases, esto viene de un proceso largo. Pero sí nos tocó un proceso muy bueno que lo hicimos relucir bastante fuerte y vienen muy buenos jugadores. Viene un futuro muy bueno. Hay jóvenes de un potencial increíble, que pueden jugar en los mejores tours del mundo", agrega Bertin.
Y no deja de tener razón. Mientras el dirigente encabezó al golf chileno, se vivieron hitos inolvidables: Niemann se convirtió en uno de los jugadores de mayor renombre en el mundo con títulos en diversos circuitos, Pereira casi gana un major en 2022 (PGA Championship) y el mismo "Mito" rozó una medalla olímpica en Tokio. Y solo por mencionar algunos logros.
Pero otro tema que Bertin destaca es el de la sede oficial del golf. La solución hasta ahora siempre fue arrendar, algo que resultaba impensado para un deporte que ha crecido tanto en los últimos años. El dirigente así lo entiende.
"Compramos una sede para la federación, que no teníamos. Está en ciudad empresarial, una oficina muy bonita y que se va a inaugurar en dos meses más. Lamentablemente ahí no voy a estar para eso, pero imagino me van a convidar", cuenta.
Pero no todo fue color de rosas durante su mandato. Él mismo lo reconoce.
¿Qué pudo hacer mejor?
"Una cosa al debe es el tema mujeres. Hemos tratado, le hemos puesto recursos, tenemos el programa femenino... Pero creo que tenemos que tener más mujeres, hacer un trabajo directamente en los clubes, cosa que en los clubes hayan más niñitas jugando golf. Lo que nos pasa es que en los mismos clubes no hay muchas niñitas, entonces...", analiza Bertin.
El problema parece ser mayor aún. Pese a que destaca que ahora hay profesoras (como Fran Vargas o Natalia Villavicencio), algo que antes no ocurría, pareciera ser insuficiente.
"Tenemos que buscar más. Tienen que haber más referentes, más 'Mitos Pereiras', o como lo fue Paz Echeverría en su momento. Además, es que dentro de los clubes, que los clubes se motiven ellos a buscar mujeres... Yo soy socio del Club de Polo, a las niñitas que les guste jugar tenis, que vayan a jugar golf en vez de tenis. Esa es una 'pega' que hay que hacer internamente. Sacarles a otros deportes", explica.
¿Hace un mea culpa con este tema? "Sí, siempre uno puede hacer más. Los recursos son bien escasos. Nos falta incentivar más y con las niñitas tenemos que trabajar más. Si bien es cierto que las niñas que están jugando golf profesionalmente están súper apoyadas, nos falta en la etapa intermedia, entre que están en el club y el golf de alto rendimiento. Ahí hay que motivarlas más para que hayan más".
- ¿Le duele dejar la federación? Fueron casi 10 años...
"Sí me da mucha pena, ya llevo mucho tiempo, me da mucha pena pero no sé si me duele. Yo tengo que dar un paso al costado, me dijeron si iba a seguir ligado y yo dije 'no'. Yo tengo que dejar, a mí me enseñaron mis padres a que cuando uno termina una cosa, tiene que dejarlo y que otros trabajen. A lo mejor en un futuro uno nunca sabe, pero sí fue una muy buena experiencia, un buen grupo humano, me tocó un directorio fantástico. Lo gocé, todo el tema internacional, hice muchos amigos en el extranjero, la vedad que fue algo fundamental en mi vida y lo agradezco".