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"Salía llorando de los entrenamientos": Chileno de 17 años cuenta cómo se convirtió en campeón mundial y sus cruces con Niemann y figuras de la F-1

Matías González tiene una promisoria carrera.

28 de Diciembre de 2025 | 10:37 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Matías González

Una sonrisa cruzándole el rostro, una medalla de oro colgando del cuello y la mano derecha en el pecho junto al escudo del Team Chile. Fue su foto del año. Este 2025 Matías González, siendo todavía un adolescente, se consagró campeón mundial adulto de esquí náutico en Italia.

Partió esquiando cuando tenía dos años en la Laguna de Aculeo influenciado por su papá. Eso, que partió como entretenimiento, se transformó en su pasión. La lista de logros de "Mati" es bastante larga. Suma títulos mundiales juveniles, récords y una medalla panamericana, pero ningún logro tan importante como el alcanzado en Recetto.


Con su consagración, se convirtió en el tercer deportista chileno en ganar un título mundial adulto después de Felipe y Rodrigo Miranda, pero es el primero que logra algo así siendo menor de edad.

Ha sido un año fantástico, pero el joven deportista no quedó del todo conforme. Recuerda decepciones que lo pusieron a prueba en más de una ocasión y que lo hicieron cuestionarse fuertemente.

-¿Qué se siente llegar a ser el mejor del mundo en un deporte de alto rendimiento con apenas 17 años?

"Es increíble. Algo que soñé siempre, pero al final puedo decir que lo logré. Fue un año muy difícil".

-¿Por qué tan difícil?

"Tuve un par de caídas en torneos bien importantes y eso me mató un poco, mi cabeza sobre todo. Salía sufriendo, salía llorando de todos los entrenamientos. No quería seguir, pero ahí estaba mi familia, mi entrenador (Santiago Correa) que no me dejó caer. Me apoyó. Si antes entrenaba mucho, pasé a entrenar el doble para esos momentos malos. Fue un año de aprendizaje, pero ojalá no se vuelva a repetir. Obviamente es parte del deporte, sé que hay que pasar por eso para poder seguir".

-Has destacado desde muy chico, tienes muchos logros. ¿Cómo haces para mantenerte con los pies en la tierra y no nublarte?

"Tratar de mantenerme tranquilo. Mi familia me ha ayudado mucho en eso. A mí no me gusta que la gente sea así, que se le suban los humos, trato de pensar cómo se ve la gente siendo así y pienso cómo me vería yo. No me gusta eso. Me gusta quedarme tranquilo. Si obtengo algo, celebrarlo en el momento, pero es parte del proceso y seguimos".

-Tus tres hermanas también son esquiadoras. Una de ellas, Valentina, es campeona mundial sub 21. ¿Cómo lo llevan en la familia?

"Con mucho orgullo. No es solo conseguir el triunfo, es mucho trabajo en el agua y fuera del agua, en el gimnasio. No es que la medalla salga de la nada. Hemos dejado muchas cosas de lado. Muchos cumpleaños, muchos asados familiares, por estar haciendo lo que nos gusta. A Valentina le ha tocado muy difícil, este año se rompió el ligamento cruzado. Todos en la familia hemos sufrido mucho, pero estoy seguro que va a volver".

-No solo a ti te va bien en el esquí náutico. Chile ha cosechado varios triunfos. ¿Cuál es la clave?

"No hay un secreto para el éxito. Es solo estar en el momento, entrenar duro".

Entre el golf y el fanatismo por la Fórmula 1


"Mati" es un adolescente que intenta ser lo más normal posible. Acaba de pasar a cuarto medio y dice que eso sin el apoyo de su colegio "hubiese sido imposible". El deportista se suele ir de Chile en abril para entrenar y competir y vuelve en agosto. No tiene muchos ratos libres, pero cuando hay algún momento le gusta estar con los amigos y olvidarse momentáneamente del esquí.

El golf lo ayuda, revela entre risas que trata de copiarle a Joaquín Niemann. Es muy cercano a "Joaco" y tienen una salida pendiente a jugar. El talagantino se enteró que ganó el Mundial y subió a cuenta de Instagram una historia para felicitarlo. "Eso quiere decir que estaba informado. Es una tremenda persona", menciona.

Otra de las pasiones del joven deportista es la Fórmula 1 y el esquí le ha abierto puertas. En Mónaco, mientras se preparaba para un torneo, terminó en el yate de "Toto" Wolf, el director ejecutivo de Mercedes, gracias a los contactos de un amigo. Wolff le dio su número y le dijo que cuando quisiera le podía pedir entradas para las carreras.

Esa no es la única historia que tiene con figuras de la F-1. Relata que Ferrari lo invitó al Gran Premio de Monza en Italia, estuvo en la zona de boxes, pudo conocer el auto y conversó por cerca una hora con su gran ídolo Lewis Hamilton. Al británico le gusta el esquí y le dijo que trataran de coincidir. "Fue increíble ese momento, es muy buena onda", apunta.

González recuerda esos momentos con una sonrisa, por un instante, desaparece el campeón mundial. Sin embargo, el golf y la F-1 son pequeñas pausas antes de volver a su hábitat: el agua. Aún tiene muchos sueños por cumplir.