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Ricardo Meruane tras su paso por Viña del Mar: "No me siento fracasado"

El humorista habló con la revista El Sábado sobre el difícil momento que debió enfrentar el pasado mes de febrero en el escenario de la Quinta Vergara. Además, no descartó una posible reinvención de su carrera.

02 de Abril de 2016 | 09:55 | Emol
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SANTIAGO.- Cuando se supo que Ricardo Meruane volvería a presentarse en el Festival de Viña del Mar, tras su complejo paso por ese escenario en 2011, muchos cuestionaron esta decisión debido a las altas probabilidades de que se repitiera una situación similar a la vivida hace cinco años.

Sin embargo, fue el propio comediante quien pidió a los organizadores del certamen que le dieran esta oportunidad de volver a realizar una actuación en la Quinta Vergara, la que finalmente terminó igual —o peor— que su show anterior.

Este segundo fracaso en Viña del Mar caló aún más hondo en Meruane, quien tres días después de su presentación, optó por internarse en una clínica de terapias alternativas para recuperarse de lo ocurrido.

En conversación con la revista El Sábado, el comediante repasó lo vivido esa noche del 27 de febrero y también se refirió a una posible reinvención de su carrera.

"Cuando comenzaron las pifias me fui a negro, compadre. Pero a negro. Tenía la cabeza a mil (...) Mi asistente nunca me dejó de soplar el libreto. Él me decía algo y yo decía otra cosa", confiesa el humorista.

"Divagué por la rutina. Adelanté algunas cosas. Desordené todo. ¡Si cuando retomaba el hilo no pasaba nada! Sentía que tenía que ir a lo más pegador. Pero me perdí", agrega.

El comediante asegura que su intención en ese momento era terminar la actuación como fuera, pero la situación se comenzó a complicar y la reacción del público —quienes comenzaron a pedir de manera irónica que le entregaran los galardones— lo dejó aún más desconcertado.

"Tuve un déjà vu. Me acordé del 2011. Y ahí me quedé pegado. Esa vez me lo merecí, porque la rutina era derechamente mala. Pero después vino lo de la gaviota. Empezaron a pedir de plata, de oro. Quedé sorprendido, tratando de descifrar lo que pasaba", señala Meruane.

"A esas alturas de las pifias, ya entendía que se estaban burlando de mí. Como que pasé de narrador, de contador de chistes, a ser el protagonista de uno", añade.

Para él, lo que ocurrió en la Quinta Vergara responde a un cambio en el público, el cual todavía no puede interpretar bien al momento de realizar sus rutinas.

"Creo que la ironía se ha perdido. Que la doble lectura se ha perdido. Ahora los cabros quieren la talla inmediata, como la que hacen los que ahora dicen que hacen stand-up, que para mí es una siutiquería máxima. ¿Qué hacía yo en los 80? ¿Qué hacía Carlos Helo en los 60? ¡Stand-up! La diferencia es que ahora los que hacen stand-up usan tatuajes y esas cosas. Para la gente de mi época los tatuajes son de los marinos, de los cargadores de La Vega", comenta.

Una posible reinvención en su carrera



Pese a la crisis que desencadenó en su momento este nuevo episodio en Viña del Mar, Meruane ya comienza a ver esta situación desde otra perspectiva.

"No me siento fracasado, yo he fracasado, que es distinto. Ahora me siento más exitoso que nunca, porque este otro lado también tiene un gusto. Es otro gusto", señala.

Es más, asegura que su paso por la Quinta Vergara le abrió una puerta en la que ya tiene un pie adentro: reconocerse quizás como un humorista fome. Un humorista cuyo propósito no es hacer reír.

El comediante no descarta una nueva presentación en el certamen. "Y si me va mal de nuevo, sería notable. Entonces sí que quedaría en la historia. Porque, ¿qué es mejor? ¿Qué te pifien o pasar desapercibido? Que te pifien, quiere decir que estás aquí. Y me gusta esa provocación. Sentir que estoy vivo", sentencia.
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