SANTIAGO.- "A mi lo que más me gusta es comer y a partir de lo que más me gusta. Me fue muy fácil saber que es lo que iba a hacer", dice Álvaro Barrientos, el chef de los populares locales Fuente Chilena y conductor de "Lleve de lo nuevo", la apuesta con que TVN lleva la cultura gastronómica local al horario prime desde el sábado 10 de septiembre.
Barrientos dice esto para explicar cómo pasó de ser un niño adorado por su bisabuela que lo mimaba con sus preparaciones —"Ella me hacia cariño con unos panqueques con manjar. Me quitaba la pena con un vaso de harina tostada con leche y miel", explica con cariño—, a convertirse en un chef que viajó por el todo el mundo descubriendo sabores para finalmente fundar su propio restaurant y, ahora, a los 41 años, llegar a la televisión en un programa que, asegura, "Es un tributo para mí país".
Pero todo partió antes, cuenta, en una casa muy linda de clase absolutamente media donde vivía con su mamá, papá, hermanos, abuela y bisabuela Raquel. "Mi bisabuela era la mejor cocinera del mundo, ella se levantaba a cocinar y se acostaba pensando en que se comía al otro día. Yo tuve la suerte de ser su nieto regalón, Por ende, ella fue con quien más yo estuve desde chico. Para ella, todo giraba en torno a la comida".
Es así como al salir del colegio entró a estudiar a Inacap, el único lugar que daba la carrera durante los años noventa "Yo siento que no trabajo, siento que mi profesión a una forma de pasarlo bien es un gesto de amor. Y yo creo que a partir de la comida tengo tantos amigos también", comenta entre risas.
Como parte de su vida profesional ha sido parte de Las Chancherías del Calvo y de El Mesón de la Patagonia, además de una empresa que lo llevó a viajar: Lan Airlines. "Tuve la suerte de estar durante seis años recorriendo el mundo completo, cocinando, aprendiendo. Aproveché de nutrirme.Me traje sabores, libros. Luego llegó un momento en que dije, ya está, ya sé lo que quiero hacer. Junto a mi primo Pablo Leal, que es como mi hermano, decidimos hacer esto. Él dejó todo lo que tenía, yo dejé todo lo que tenía, y nos embarcamos en la Fuente Chilena para rendir una suerte de homenaje a Chile".
Sobre este punto, explica: "Yo creo que lo más tradicional en términos gastronómicos en mi país es la sandwichería chilena, es lo más noble. En torno a una sandwichería somos todos iguales: puede estar comiendo un ministro, la persona que le estacionó el auto y, al lado, un cartero. todos somos iguales en torno a un sandwich: lo comemos con la mano y hacemos la misma expresión de satisfacción y alegría".
Un árbol, un hijo, un programa
Ahora, lidera "Lleve de lo bueno", el espacio que lo tendrá viajando por el país y conociendo distintas realidades gastronómicas.Una apuesta con la que TVN lleva al codiciado horario prime un espacio sobre Chile y sus raíces culinarias.
Sin problemas, explica su interés en participar en un proyecto de este tipo: "La Fuente Chilena es mi vida, es el punto cúlmine de obra. He plantado árboles, tengo hijos y todavía no escribo un libro, pero el programa es como esto".
Barrientos considera que este es el regalo final: Voy a un lugar, me empapo de todo lo que pasa, la gente me enseña todo y tenemos que retribuir todo esto. El modo de lograrlo es haciendo una gran cena. "Con Alejandra Orellana, la productora en terreno, a la gente le cocinamos con las cosas que nos han entregado y se genera este círculo virtuoso de compartir sabores, compartir saber en torno a la comida y a la mesa".
Nepotismo para todos
"Tengo más de 100 compañeros de trabajo que conforman esta familia", dice Barrientos y al escucharlo hablar queda claro que no se tata de un simple término de márketing. En la empresa trabajan su señora, María Jesús, en el rol de gerenta de experiencia y la novia de su primo, Daniela, como la nutricionista que vela por la calidad de lo que llega a cada mesa.
Pero el nepotismo no es exclusivo para la jefatura de "Fuente chilena", sino que el resto de los empleados saben que tienen un lugar para sus familiares. Explica que esto tiene que ver con que es una persona muy feliz —"Tengo el amor de mis padres, de mi señora, de mis tres hijos"— y asegura que es un tipo rico en todo sentido. Por lo tanto, siente la necesidad de retribuir.
"Siento que tengo la pasibilidad de dar oportunidades. Los cocineros que yo tengo acá no saben cocina. Llegan lavando platos, son personas que no tiene espacio y acá traen rápidamente a otro miembro de su familia: a un hijo, un hermano, un tío. A un pariente del extranjero a trabajar. Si haces las cosas así, ¿por qué te va a ir mal?"