Chiqui Aguayo estará en la segunda noche del Festival de Viña del Mar.
Cristián Carvallo
SANTIAGO.- La rutina de humor con la que Chiqui Aguayo va a debutar en el Festival de Viña del Mar está lista en un 99%. Al menos eso es lo que cuenta la joven que se presentará el martes 21 de febrero en la Quinta Vergara.
Si efectivamente cumplió con su plan, en estos días la expositora de stand-up comedy que fue parte del programa de humor "Minas al poder" está en una de concentración parecida a la que hacen los futbolistas. Por lo tanto, debe estar encerrada en su casa, un lugar que está funcionando como oficina y "está llena de chistes pegados en la muralla", como explicó a Emol. "Quiero estar muy tranquila y ensayar un par de horas al día, pero sin público".
Su idea es afiatar completamente su rutina, ver las pausas, repasar lo que ha trabajado con el fonoadiólogo a quien está viendo desde hace unos tres meses para hablar con más calma, acostarse temprano y darse baños de tina. "Quiero estar tranquila conmigo, cuidarme, regalonearme", dice.
"Cuando me presento en bares se genera una conexión medio catártica, si eso llega a pasar en Viña, sería maravilloso"
Chiqui Aguayo
Si bien admite que es difícil dejar los nervios de lado, la comediante cuenta que está feliz por la noche en que le toca debutar en Viña del Mar, una jornada dedicada a las mujeres que van solas o con pareja para ver a los invitados musicales Sin Bandera y Camila. "Me gusta mi público, me encanta, porque tengo mi estadísticas: las mujeres se ríen mucho más conmigo que los hombres. Cuando me presento en bares se genera una conexión medio catártica, si eso llega a pasar en Viña, sería maravilloso".
En cuanto a su rutina, cuenta que está trabajando en ella hace seis meses y que está en la versión número ocho. "Está 99% lista, pero todos los días me dan ganas de sumar otras cosas".
Al analizar su momento actual pre Viña, dice con optimismo que se siente súper contenta y empoderada: "Quiero que llegue ese día, los miedos ya están fuera, pase lo que pase es una tremenda experiencia que quiero que llegue pronto". Y agrega sin una gota de soberbia: "Tengo la sensación de que va a ser una fiesta para el público y para mí".
Aguayo dice que ya está descartado el uso de muela —el dispositivo por el cual alguien le de instrucciones al oído durante su presentación— porque quiere que sea "como cuando hago los shows en un bar" y estar sola frente al público. "Lo pensé, lo probé y no me gustó. Quiero estar conectada con la gente, es parte de la naturaleza del show".
Las guardaspaldas de Chiqui
En su teléfono, la comediante tiene un grupo de WhatsApp que se llama Guardespaldas de Viña. El selecto club tiene apenas tres integrantes: Carolina Paulsen, Alison Mandel y ella.
Estas amigas, explica, le han dado feedback de la rutina: me retaron en lo que me tenía que retar y apoyaron, dieron amor y contención, con lo demás". De hecho, la acompañarán a Viña durante los días previos a la presentación.
Pero Aguayo cuenta que no es el único apoyo que ha percibido: "He sentido el cariño de la gente en la calle y en los shows, me tienen empoderada. Nunca pensé que me quisieran tanto. Hay señoras que me dicen que rezan por mí, me regalan amuletos. Esto es una cosa que agradezco mucho. Eso es un regalito pre Festival que voy a guardar".
