LOS ANGELES.- Tal como se pronosticaba, la ceremonia de los premios Oscar 2017 incluyó dardos hacia el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El anfitrión de la ceremonia, el comediante Jimmy Kimmel, fue el primero en cuestionar las medidas nacionalistas del mandatario. Luego fue el turno del ganador de la categoría Mejor Película en Lengua Extranjera, Asghar Farhad, quien envió un discurso para explicar que no fue a la gala por respeto a su país y sus convicciones.
Kimmel aseguró al inicio de la ceremonia que "el Oscar es visto por millones de personas en más de 225 países que ahora nos odian", y luego añadió: "El país está dividido... La gente me dijo que tenía que decir algo para unirnos pero yo no puedo hacer eso, el único que puede aquí es el 'Corazón valiente' y él tampoco va a unirnos", dijo en referencia a Mel Gibson, nominado a mejor director por "Hasta el último hombre" ("Hacksaw Ridge").
También destacó a "una actriz que ha superado la prueba del tiempo por sus interpretaciones sobrevaluadas y aburridas" y que celebra su vigésima nominación, Meryl Streep, quien de inmediato recibió una ovación de pie de sus pares. La mención a la actriz fue una respuesta a los comentarios del Presidente, quien la descalificó cuando ella alzó un discurso en contra de su llegada al poder en la reciente edición de los Globo de Oro.
Posteriormente una vocera del cineasta Asghar Farhad subió al escenario para recibir su segunda estatuilla a Mejor Película en Lengua Extranjera. El director ganó por el drama "The salesman" , pero optó por no ir como modo de protesta por las acciones del mandatario en contra de la población musulmana.
El mexicano Gael García Bernal, por otra parte, aprovechó su rol como presentador de las categorías Mejor cortometraje y película animada para decir que está en contra de la construcción de cualquier muro en Estados Unidos.