SANTIAGO.- Zelda Perkins, quien trabajó como asistente de Harvey Weinstein en los años '90, reveló cómo intentó que el productor detuviera sus abusos sexuales en contra de mujeres que participaban en la industria cinematográfica.
De acuerdo a su entrevista con
The Associated Press, firmó un
acuerdo de confidencialidad que a su vez comprometía a Weinstein a asistir a terapia por tres años y corregir su conducta con un especialista que ella seleccionó.
"Esperaba crear una protección para la gente en el futuro", señala Perkins, quien renunció a la empresa del magnate en 1998. Pese a su intento, declara que no sabe realmente si él cumplió con las obligaciones.
Un año después de abandonar su puesto como asistente, Perkins cuenta que se topo con Weinstein en el Festival de Cine de Cannes y "me dijo que todo lo que yo había hecho no tenía sentido".
La mujer testificó este miércoles ante la Comisión de Igualdad para las Mujeres del Parlamente Británico que investiga el acoso sexual y el uso de acuerdos de confidencialidad. En este contexto, la legisladora Maria Milles, quien encabeza la comisión, señaló que existen temores sobre que las órdenes mordaza pudieran usarse para "enmascarar la escala de este problema".
Los acuerdos de confidencialidad suelen darse en el mundo del espectáculo, y Perkins advierte que su experiencia la lleva a pensar que se pueden usar para permitir que los perpetradores cumplan con sus objetivos.