SANTIAGO.- "Filsa clausura una de sus versiones más exitosas". La afirmación pertenece a la Cámara Chilena del Libro y es de 2015. Añade que "tras 18 días superó en un 10% las 260 mil personas de su versión anterior".
Sin embargo, el diseño de la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa) de este año generó una gran controversia entre los principales gremios de editores del país, que son Editores de Chile, Cámara Chilena del Libro, Corporación del Libro y la Cooperativa de la Furia.
Debido a diferencias respecto a la organización del evento -que históricamente ha estado a cargo de la Cámara Chilena del Libro- la Corporación del Libro decidió en agosto restarse del acontecimiento y realizar a su vez otro encuentro, el
Festival de Autores.
La asistencia de público no acompañó a Filsa este año y Emol contactó a los gremios para ver qué habría que hacer para que vuelva a ser la única "gran feria del libro" que se desarrolle en el país y volver a tener "cuentas alegres" tras su realización.
Editores de Chile, la Corporación del Libro y la Cooperativa de la Furia coincidieron en que todos deberían ser agentes partícipes de la organización de manera equitativa y sugirieron que el encuentro debiese estar a cargo de una fundación que se encargue del evento todos los años.
Javier Sepúlveda, presidente de Editores Chile, afirma que la organización de Filsa debería estar a cargo "una fundación en la que participe al menos un representante de cada una de las cuatro agrupaciones y un representante del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio".
Dicha idea la aprueba
Paula Gaete, líder de la Cooperativa de la Furia, quien añade que "es una idea que viene conversándose entre los gremios hace varios años ya".
Agrega que otra propuesta que se ha solicitado insistentemente es que la entrada sea liberada. "Es algo que venimos pidiendo hace más de cinco año".
En esa línea, Arturo Infante, quien preside la Corporación del Libro, sostiene que la entrada liberada a Filsa "debería ser una condición y que así no haya un obstáculo económico para llegar a ella".
Infante agrega que la festividad debe ser sin fines de lucro, "que no sea un negocio para nadie, sólo para la feria. Y si hay un excedente, que éste vaya directamente (a la organización de la edición siguiente) para poder hacer cada vez un evento mejor".
¿Cambiar de fecha?
El líder de la Corporación del Libro ahonda en que el encuentro literario también debiese tener una "curatoría" que defina su identidad. "No puede ser una cosa donde cada cual exhibe lo que sea, porque tiene que tener una dirección", explica.
Además, Paula Gaete sostiene que la duración de Filsa actualmente es muy larga y que "debería durar 10 días como mucho".
En esa línea, Javier Sepúlveda, de Editores Chile, manifiesta que el encuentro debiese realizarse en el primer semestre y alinearse de esta forma con otros países del continente que llevan a cabo sus propias ferias durante la primera mitad del año, como Colombia y Argentina.
La Cámara Chilena del Libro, tras ser contactada por Emol, se negó a dar declaraciones al respecto.