Karcocha, el arlequín chileno que alcanzó la fama molestando a transeúntes y automovilistas en todo el mundo

SANTIAGO.- Gerardo Castro (36) calcula que entre el 2001 y el 2007 fue detenido más de 50 veces por carabineros. Dedicarse al humor callejero, sobre todo al comienzo, no fue fácil para él. Por esta razón, hace 11 años, cambió la plaza de Armas de Santiago, Bellavista y el Portal Lyon, por las plazas de Barcelona y Francia. Así, probó suerte en Europa con su show itinerante, con el que ha recorrido más de 50 países.

"Un amigo me dice que viajo más que gerente general de empresa", afirma entre risas Castro, quien en las calles del extranjero empezó a darle vida a un personaje que lo ha hecho mundialmente conocido: Karcocha.

Llamó así a este "arlequín moderno", como lo define, porque en Talca esta palabra se refiere a los volantines hechos con papel de diario. "Me crié en esa ciudad y cuando chico era fanático de los volantines. El nombre me pareció pintoresco y creo que tiene que ver conmigo, porque vuelo por aquí y por allá", explica en un acento indefinido, pues perdió el tono "cantadito" que distingue a los chilenos.

Karcocha se hizo famoso en el último tiempo gracias a los videos que sus seguidores comparten a través de las redes sociales. Sus espectáculos, que acumulan miles de visitas en Internet, se caracterizan por ser familiares y porque hace participar a los asistentes de una peculiar manera.

Con un colorido traje, maquillaje blanco en su rostro y un silbato en la boca, que le da un divertido tono de voz, molesta "con respeto" a los transeúntes y automovilistas, quienes se suman sin reparos a sus funciones. De hecho, la gente es tan agradecida, que cuando pasa el "sombrero" se ven más billetes que monedas. "Una vez un señor me dejó 100 euros ($77 mil)", asegura.

Este payaso es talentoso. Se sube a taxis, imita a la gente, hace parar el tránsito y se burla de los conductores. Cualquier cosa que ocurra a su alrededor es material para sus chistes.

"He ido limpiando mi personaje. Siempre he tenido cuidado de ser respetuoso con el público. A veces llego a los límites, pero nunca he tenido un momento tenso con las personas que estoy jugando. Karcocha es súper humilde y amigable, y eso hace que el público se involucre con el show y lo haga parte de ellos. Yo sólo llevo el hilo conductor, pero el público es el que realmente crea la atmósfera".

Antes de que Castro abandonara Chile estudió teatro un año, pero desertó porque se dio cuenta que "la calle era la mejor escuela". Después de participar en varias obras ingresó al mundo de la pantomima, sin conocer mucho este género. "Sólo tenía las ganas, pero necesitaba más herramientas. Aprendí con malabaristas, leí libros y vi muchas rutinas de arlequines".


Gerardo Castro, Karcocha.

Morandé con Compañía

Recuerda que por esos días el actor Patricio Andrade, el hombre detrás de Chester -el león del programa Cachureos-, le sugirió que hablara con un silbato en la boca, detalle que marcó la creación de Karcocha.

Lo que pocos saben es que Castro tuvo un fugaz paso por la televisión, experiencia que no disfrutó. "Debe haber sido por el año 2006. Con un compañero fuimos a un festival del humor callejero en la comuna de Lo Prado, lo ganamos y nos llevaron como premio a Morandé con Compañía. Era un humor muy diferente al de nosotros y encontré que era un lugar muy oscuro para trabajar".

Hace algunas semanas que Castro se encuentra en Chile. El pasado sábado 8 de diciembre se presentó en la plaza de Armas de Santiago, show que anunció con anticipación a través de su Instagram y su Facebook (@karcocha_street_art) y que congregó a cientos de personas. Comenta que Año Nuevo lo pasará en Austria, país de origen de su esposa. Luego se trasladará a Barcelona, donde tiene su base de operaciones, y después partirá a Filipinas. Así es la vida de Karcocha, como un volantín al viento.

- ¿Cuáles son los mejores escenarios para Karcocha?

"En Europa voy a muchos festivales de teatro y los mejores se dan en pueblos pequeños, al centro de Francia o Italia, por ejemplo".

- ¿Y en Chile?

"Siempre voy a Santiago, Valparaíso y La Serena. También paso por Pichilemu, porque me gusta el surf, y no puedo dejar de ir a Villa Alegre, donde está gran parte de mi familia. Siempre vuelvo a Chile, es mi cable a tierra".

- ¿Preparas tus rutinas?

"Soy malo para llevar cosas preparadas, es mejor improvisar. Tengo algunos chistes que repito, porque sé que funcionan y son mis caballitos de batalla, pero son pocos".

- ¿Recuerdas alguna anécdota?

"Una vez pasó una tremenda camioneta por mi pie y no me pasó nada, quedé súper sorprendido. Lo otro es que siempre me persiguen perros.

Debes manejarte en muchos idiomas para recorrer el mundo. Me defiendo. Hablo inglés, italiano, portugués y el francés lo entiendo bastante. Ahora estoy estudiando alemán, porque mi señora es austriaca y me lo pidió".

"La gente me contacta mucho por ese medio y me emociono harto. Hace poco me escribieron los papás de un niño que murió de leucemia y antes de partir veía siempre mis videos".

- En una sociedad donde se estudian carreras tradicionales, ¿fue complicado seguir un camino muy diferente?

"Se puede hacer todo en la vida, dependiendo de las ganas que le pongas. Ahora todos quieren ser futbolistas y cantantes, pero creo que es mucho más fácil encontrar alguna especialidad o alguna profesión que no sea tan demandada y llevarla uno mismo al éxito. Lo de Karcocha no lo tenía pensado, solo tenía claro que encontraba genial hacer reír. Me metí en esto y me fue gustando cada día más, hasta que llegó un momento en el que empecé a vivir de esto".

- ¿La gente te reconocen sin maquillaje?

"No mucho. Antes no quería que me reconocieran, pero mis amigos me dijeron que me hiciera cargo y les encontré la razón. Hace poco estaba en una plaza en Cartagena de Indias, tomándome algo, y de la nada apareció un colombiano y me preguntó '¿tú eres este?' y me mostró una foto en el celular. Efectivamente era yo. Aquí en Chile paso piola, pero después de esta entrevista puede que eso cambie".