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Cineasta disidente es aclamado en su regreso a Irán tras ganar en Cannes: Se temía que tuviera problemas al volver

Jafar Panahi fue recibido con aplausos por simpatizantes, a pesar de que su triunfo solo ha recibido una escasa cobertura dentro de su país.

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A la izquierda, Jafar Panahi a su llegada a Teherán. A la derecha, el director con su Palma de Oro.

France 24 (captura) / EFE
El cineasta disidente iraní Jafar Panahi fue aclamado por sus seguidores a su regreso a Teherán el lunes tras ganar el máximo galardón en el Festival de Cannes, según imágenes publicadas en las redes sociales.

Panahi, de 64 años, recibió la Palma de Oro por "Un simple accidente", una película contra el poder de los ayatolás, que cuenta la trama de cinco iraníes que confrontan a un hombre que creen que los torturó en prisión.

Se temía que Panahi tuviera problemas al regresar a Irán, pero llegó sin incidentes al principal aeropuerto internacional de Teherán temprano el lunes.

Fue recibido con aplausos por simpatizantes que lo esperaban en el aeropuerto, según imágenes publicadas por el observador de derechos humanos Dadban en las redes sociales.

Se pudo oír a una persona gritar "Mujer, Vida, Libertad", el lema del movimiento de protesta de 2022 y 2023 que desafió a las autoridades iraníes.

Al salir, fue recibido por una docena más de seguidores, según imágenes publicadas en Instagram por el director iraní Mehdi Naderi y difundidas por el canal Iran International Channel, un medio iraní con sede en el extranjero.

Se ve a Panahi sonriendo, saludando con la mano y recibiendo flores.

Esta calurosa acogida contrasta con la tibia reacción de los medios de comunicación estatales y los dirigentes del país tras su triunfo en Cannes.

Aunque mencionado por medios estatales como la agencia de noticias IRNA, el triunfo de Panahi solo ha recibido una escasa cobertura dentro de Irán y desató además una disputa diplomática con Francia.

Irán convocó al encargado de negocios francés en Teherán para protestar contra los comentarios "insultantes" del canciller francés, Jean-Noël Barrot, que criticó en un mensaje en X "la opresión del régimen iraní".

El Ministerio iraní de Exteriores dijo que el encargado de negocios francés fue convocado por las "alegaciones intervencionistas, irresponsables e instigadoras" del ministro, informó la agencia de noticias estatal IRNA.

"Ahórrennos las lecciones a los iraníes. No tienen ninguna autoridad moral", dijo el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, en "X", que mencionó la actitud de Francia ante la guerra en curso de Israel en Gaza. La semana pasada, Francia amenazó con "acciones concretas" contra Israel si el país no detenía la ofensiva en Gaza y levantaba las restricciones a la ayuda humanitaria, pero la declaración fue mayormente desestimada como amenazas vacías.

Rodada clandestinamente

Panahi, encarcelado en dos ocasiones en su país, hostigado por el gobierno, pudo acudir a Cannes por primera vez en 15 años.

Igual que sus anteriores filmes, rodó "Un simple accidente" clandestinamente. En Irán, las producciones cinematográficas necesitan recibir el visto bueno del gobierno al guion para grabar en público. El director se niega a hacerlo, sabiendo que no le permitirán hacer las películas que desea, y su película ganadora en Cannes se filmó sin cooperación. La televisión estatal iraní calificó la cinta como una mezcla de "mentiras y difamación" así como una película "clandestina" producida sin los permisos requeridos en Irán. Panahi también fue criticado por no mencionar la difícil situación de los palestinos en su discurso de aceptación.

El film sigue a un hombre llamado Vahid, interpretado por Vahid Mobasser, quien cree ver a su antiguo captor, quien lo torturó en prisión y arruinó su vida. Lo secuestra, lo lleva al desierto y comienza a enterrarlo.

Pero para satisfacer los atisbos de duda, Vahid decide confirmar sus sospechas llevando al hombre, encerrado en su camioneta, a otros exprisioneros para que lo identifiquen. En un viaje extraño y emocional, todos se ven obligados a lidiar con la venganza y el perdón. Panahi se inspiró en las experiencias de su propio encarcelamiento, así como en las historias de los detenidos a su alrededor.

Al director se le prohibió viajar fuera de Irán en 2009 por asistir al funeral de un estudiante asesinado en protestas antigubernamentales, un juicio que luego se extendió a dos décadas. Pero incluso cuando estuvo bajo arresto domiciliario, Panahi siguió haciendo películas, muchas de las cuales están entre las más aclamadas del siglo. Grabó "Esto no es una película" de 2011 con un iPhone en su sala de estar. "Taxi" (2015) se hizo de forma clandestina casi en su totalidad dentro de un automóvil.

El director fue arrestado en 2022 cuando fue a la fiscalía de Teherán para preguntar sobre los arrestos de otros dos cineastas iraníes. Un juez dictaminó más tarde que debía cumplir seis años por una sentencia anterior por cargos de propaganda contra el gobierno de 2011 que nunca se había ejecutado. A principios de 2023, Panahi inició una huelga de hambre y fue liberado de la prisión de Evin.

El director dijo que no buscaría asilo en otro país, a pesar de los riesgos de un encarcelamiento adicional.

"Es simple. No puedo vivir aquí", dijo la semana pasada desde el festival de Cannes. "No tengo la capacidad de adaptarme a un nuevo país, una nueva cultura. Algunas personas tienen esta capacidad, esta fortaleza. Yo no", agregó.
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