"Los People in the Dragon" sigue a la banda que parecía ser la gran promesa del rock chileno… hasta que la tragedia los golpea.
Lanza Verda
Algo está pasando con la
comedia chilena en los últimos meses. Luego de años de pasar desapercibida en cartelera,
las producciones de humor parecen haber pivoteado en su estilo, centrándose mucho más en el formato, y se comienza a notar un
efecto positivo. Basta con observar el éxito de la película "Denominación de Origen" para comprobar que
todavía hay público interesado por este tipo de propuestas en la pantalla grande. Bajo esta misma línea, esta semana se estrenó
otra cinta chilena que ocupa el formato de falso documental y que incluso juega de mejor forma con este:
"Los People in the Dragon".
Esta entrega
sigue a la banda que parecía ser la gran promesa del rock chileno… hasta que la tragedia los golpea. A un día de debutar en el Festival de Viña, su vocalista muere inesperadamente, lapidando (literalmente) las opciones del grupo musical.
Diez años después, su ex mánager intenta revivir la banda para hacer sonar la última canción que escribió su líder e intentar alcanzar el sueño de vivir de la música.
"Los People in the Dragon" encuentra un gran equilibrio entre sus actuaciones, su lenguaje cinematográfico y su ritmo, que no cesa de sorprender.
La película debut de Pablo Greene no es perfecta y tiene cosas por mejorar, pero es una sólida comedia que puede ser el inicio de una trayectoria interesante en la comedia audiovisual para este equipo.
En esta nota analizaremos las virtudes del nuevo estreno chileno en cines, mostrando que la música tiene muchas similitudes con la comedia.
La batería: Ritmos y tiempos de la comedia
Al igual que en la música,
la base de la comedia está en el timing. La efectividad del remate depende de los tiempos en pantalla y del tono con que se entregan. Ya sea
usando el silencio para crear incomodidad o la rapidez para provocar sorpresa, "Los People in the Dragon" maneja el
timing como un baterista experimentado.
Si bien no todos los remates funcionan,
la película arma su ritmo desde el propio formato del falso documental: no solo importa cómo se dicen las palabras, sino cómo se muestra. A diferencia de otras producciones similares, como "Denominación de Origen",
el equipo documentalista es cómplice del humor y parte activa de la narrativa, permitiendo que los actores jueguen con la cámara y la edición, generando un ritmo más dinámico.
Esto permite que cada intérprete tenga espacio para entrar en su propio compás y ser divertidos con estilos diferentes, pero dentro del mismo tono. En otras palabras: donde "Denominación de Origen" destaca por sus silencios y la incomodidad, "Los People" lo hace por su
humor rápido y caótico.
Catalina Saavedra demuestra su gran experiencia en "Los People in the Dragon". Crédito: Lanza Verde.La guitarra: Catalina Saavedra
Sin desmerecer al resto del equipo, la película no hubiese funcionado sin Catalina Saavedra, quien es la punta de lanza para la historia. Saavedra entra en el ritmo establecido con comodidad y desde su primera escena se destaca como un personaje más agudo que el resto, al igual que el guitarrista en una banda de rock.
La actriz demuestra su gran experiencia, llevando la historia con mucha personalidad. Siempre es divertida y permite que sus compañeros de elenco, especialmente los que no tienen tantos créditos trabajando en producciones como esta, reboten de manera efectiva con su personaje. Incluso, cuando la película le exige acarrear la historia, Saavedra mantiene la atención de la audiencia, sin soltar la locura de su trama, como un buen solo de guitarra.
Dicho esto, quien también merece loas es la actriz Jose Nast. Su personaje saca mucho provecho del formato, y logra jugar con las tomas de forma divertida y poco común para el humor chileno acostumbramos. Su inclusión es una grata sorpresa, especialmente cuando su personaje entra de lleno en la historia.
El bajo: Su director
En las bandas de rock, el bajista suele ser el miembro más subestimado, aunque su rol es fundamental. Algo similar ocurre con los directores en el cine: el público pocas veces percibe cómo influyen realmente en la obra final. Por eso vale la pena destacar el trabajo de Pablo Greene, director de "Los People in the Dragon".
Aunque la cinta tiene desaciertos, como personajes menos logrados o un nulo uso del color en su propuesta visual, Greene consigue mantener la esencia cómica durante los casi 90 minutos de duración. La película se siente unificada, coherente y con una visión clara, algo clave para que una comedia funcione más allá de sus momentos individuales.
En resumen, quienes se animen a probar esta comedia en cines podrán encontrar una gran fusión entre humor y música que es ridícula, pero totalmente entretenida, como si fuera un "31 minutos" para adultos con crisis vocacional.
Recomendada.
Nota: 4.0/5.0
"The People in The Dragon" ya está disponible, solo en cines.