Patrick Wilson y Vera Farmiga, como Ed y Lorraine Warren en una escena de "El Conjuro 4".
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"El Conjuro"
es probablemente la saga de terror más importante en Latinoamérica y en nuestro país. Sus números son indiscutibles: con
más de 66.000 entradas vendidas en preventa, "El Conjuro 4: Últimos Ritos" se convierte en la cinta de terror más exitosa en venta previa de los últimos años. Dicho esto, la nueva aventura paranormal de la familia Warren
busca dar cierre a la exitosa franquicia liderada por Patrick Wilson y Vera Farmiga, aunque no necesariamente entrega el final que merece.
En esta cuarta parte,
Ed y Lorraine Warren deben salir de su prematuro retiro para ayudar a una familia atormentada por espíritus malignos. Lo que ellos no saben es que este caso traerá de vuelta un problema no resuelto de su pasado y pondrá en riesgo lo más preciado de sus vidas: su hija Judy. Esta investigación les deparará
los sustos más grandes que han enfrentado, mientras lidian con amenazas nuevas y antiguas.
"El Conjuro 4: Últimos Ritos" crea una
profunda atmósfera de miedo, pero su historia y personajes son tan superficiales que terminan por dejar una
experiencia que no tiene el peso de una conclusión. Sustos tiene, pero no algo nuevo que decir. En esta nota revisaremos lo bueno y lo malo de este tan esperado estreno.
Para saltar del asiento
Una de las mayores virtudes de esta franquicia es su capacidad de inyectar miedo en la audiencia. Esta entrega
regresa al terror más clásico: buenos diseños, juegos de cámara y un trabajo atmosférico práctico. La película
sabe cómo asustar, sin importar el contexto en que se encuentren sus personajes.
Su mejor versión aparece cuando
juega con perspectivas y sombras. A diferencia de un "jumpscare" (esos momentos de impacto que te hacen saltar del asiento)
, la tensión atmosférica que crea cuando sientes que algo te observa en la oscuridad es realmente palpable. Es un nerviosismo contagioso que deja a muchos espectadores al filo de su asiento.
Sin embargo, el resto del tiempo la película pasa por los mismos mecanismos de terror que cualquier otra cinta del mismo género. Ya sea el movimiento de cámara rápido hacia una sorpresa, un primer plano de algo tenebroso o la típica "está detrás tuyo",
"El Conjuro 4" no logra innovar donde sus predecesores -especialmente la primera y segunda parte- lo hicieron y, por lo mismo,
se siente como una peor experiencia de terror.
Mia Tomlinson (derecha) interpreta a Judy Warren, la hija de Ed y Lorraine, en "El Conjuro 4". Crédito: AP.Estirando el chicle
La franquicia de "El Conjuro" merecía tener un final en las salas de cine, luego de que la tercera entrega haya sido estrenada en streaming por la pandemia. No obstante, la cuarta entrega también merecía una historia que fuese más cohesiva que la anterior, cosa que no sucedió.
La trama suele girar en torno al caso paranormal que los Warren investigan. Dentro de ese marco, se revelan relaciones, dinámicas y contextos que nos ayudan a entender a esta familia. "Últimos Ritos" no desecha este concepto, pero lo aplaza lo más posible. Durante dos tercios de la película, la historia se dedica a establecer el caso en cuestión
-el caso de la familia Smurl
-, y los problemas que está afrontando Judy y Lorraine con sus visiones.
El guion avanza por dos caminos paralelos que se sienten muy separados, solo para conectarlos en el último tramo y apurar el desenlace.
En una película de más de dos horas, esta estructura deja la sensación de que el preámbulo importaba más que el centro del problema y los puntos que estuvo armando, como el problema cardiovascular de Ed, solo existieron para que el personaje tuviese algo que hacer.
Final sin conclusiones
Si bien, esta película
está ligeramente basada en casos reales, como conclusión esta película
no logra generar la emoción de despedida que merecen Ed y Lorraine Warren. Cada personaje tiene un conflicto personal, pero ninguno resulta determinante en el desenlace del caso paranormal, ni en el cierre de la cinta.
La mano de la productora se nota demasiado:
no quisieron arriesgarse a cerrar nada, dejando la puerta abierta para continuar cualquier punto suspensivo que la trama sostenía. Ed y Lorraine pueden ser reemplazados por su hija Judy y su novio Tony, los demonios siguen presentes, el sótano aún contiene objetos malditos, las visiones continúan y las grandes amenazas pueden volver.
Ningún problema central se resuelve realmente. La película solo dice "ya no queremos hacer esto más", y lo único que esto logra es reflejar lo pobre que es su guion.
Aunque muchos fanáticos de "El Conjuro" encontrarán una experiencia tenebrosa y entretenida en esta nueva entrega,
la franquicia no logra superar el sello de su primer director, James Wan, y siempre quedará pálida frente a sus dos primeras películas. Por ahora solo queda esperar a ver cómo esta franquicia continuará contando historias paranormales, aunque esperemos que el futuro depare cosas más innovadoras.
Nota: 2,8/5,0"El Conjuro 4: Últimos Ritos" ya está disponible
en cines.
Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (
https://www.instagram.com/hobby.space/)