En "Teléfono Negro 2", "El Raptor" se transforma en un ente sobrenatural.
Universal Pictures
¿
Por qué Hollywood insiste en estirar sus franquicias más allá de lo necesario? La industria parece convencida de que el éxito se mide por la repetición y no por la originalidad, generando retornos decrecientes en cuanto a calidad.
Tal es el caso de la (ahora) saga "Teléfono Negro", que comenzó en 2021 como una pequeña pero interesante película de suspenso y terror, que sorprendió al mundo del cine con su simpleza, atmósfera y ejecución, convirtiéndola en una de mejores películas de la temporada. Cuatro años después,
llega su secuela con mayores ambiciones, aunque con resultados dispares.
Esta segunda parte se sitúa cuatro años después de los eventos del film original.
Finn, ahora de 17 años, intenta sobrellevar su vida tras haber sobrevivido al trauma provocado por "El Raptor". Pero
cuando su hermana Gwen, de 15, comienza a recibir llamadas en sus sueños a través del teléfono negro -y a tener visiones de tres niños perseguidos en un campamento de invierno llamado Alpine Lake
-,
ambos deciden investigar el misterio. En medio de una tormenta, descubren un inquietante vínculo entre su familia y el pasado del temido asesino.
"Teléfono Negro 2" es una secuela que establece una buena base para continuar la historia de Finn y Gwen, pero que se enreda a la hora de consolidar la expansión de su nuevo mundo.
Llena de elementos interesantes, pero con un desenlace desenfocado, esta cinta deja mucho que discutir y en esta nota repasamos sus elementos principales.
Un Raptor sobrenatural
El mayor cambio entre una entrega se encuentra en su villano. En la primera, "El Raptor" era un hombre perturbado que secuestraba y asesinaba niños en su sótano, hasta que Finn lograba revertir la situación con la ayuda de las víctimas desde el más allá. En esta secuela,
el personaje se transforma en un ente sobrenatural que acecha a Gwen a través de sus sueños.
Su nueva función permite que
la presencia de este villano siga siendo una de mucha tensión, que se transmite en la pantalla con momentos que tendrán a más de uno anclado a su asiento. Al ser omnipresente en los sueños, también se añade un elemento de sorpresa que amplifica la tensión ya mencionada y que funciona en buena parte de la película.
Sin embargo, el cambio drástico que toma este antagonista también significó que perdiera esa amenaza palpable que lo llevó a la fama y ese carácter único en un género cinematográfico que está lleno de diferentes villanos. Con esta nueva entrega,
"El Raptor" pasa a ser otro Freddy Krueger -famoso villano de "Pesadilla en la Calle Elm"
- más del montón. En el desenlace del conflicto vemos ideas que se han desarrollado de mejor manera en otras películas de terror, lo que afecta negativamente la experiencia final de la película.
En la nueva entrega, Gwen, la hermana de 15 años de Finn, comienza a recibir llamadas en sus sueños a través del teléfono negro. Crédito: Universal Pictures.Innovadora, hasta cierto punto
Scott Derrickson, guionista y director de la primera y segunda entrega de esta saga, puede equivocarse en ciertos aspectos de la estructura de su historia, pero siempre se destacó por ser un cineasta que ocupa los recursos de la cámara para crear nuevas formas de contar un relato.
En el caso de "Teléfono Negro 2", el director ocupa el grano fotográfico -estos elementos de la cámara que hacen que la fotografía se vea menos detallada y más granulada
- para mostrar de forma estética el estado en el que se encuentra su protagonista. Ya sea despierta o durmiendo, como audiencia tenemos claro lo que está pasando con Gwen sin una señal directa en el diálogo que se sienta como exposición. Esto es muy efectivo y es un puente para que la película juegue de manera precisa con su tensión.
Esa destreza técnica logra mantener el interés durante buena parte de la duración de la película. Pero
hacia el final, la película abandona esa elegancia visual en favor de la acción, perdiendo parte del estilo que la distinguía. Lo que comenzaba como una secuela con identidad propia termina cediendo ante los clichés del género.
Decrecimiento
Por más ambiciosa que sea esta segunda parte, la sensación final es que
no está a la altura de su predecesora. Su final refleja claramente lo que trató ser, pero no pudo: comienza con una expansión de la idea original y con una clara forma de contar la historia, solo para
llegar a una conclusión que deja mucho que desear.
Eso no significa que todo esté perdido:
el elenco cumple con creces. Los jóvenes Mason Thames, Miguel Mora y Madeleine McGraw sostienen la carga dramática de la película, mientras que Ethan Hawke y Demián Bichir aportan oficio y presencia. Dicho eso,
algunos personajes secundarios parecen más decorativos que funcionales.
En conclusión,
"Teléfono Negro 2" es una película con muchas cosas buenas, pero que palidece ante su extraordinaria primera parte. De todas formas, los fanáticos del género podrán encontrar una experiencia satisfactoria en la sala de cine.
Nota: 3,3 / 5,0"Teléfono Negro 2" ya está disponible,
solo en cines.
Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (
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