Jeremy Allen White es quien encarna a Bruce Springsteen en "Música de Ninguna Parte".
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Entramos en la recta final del año con la llegada de los
estrenos que apuntan a la temporada de premios. Entre ellos, aparece
"Springsteen: Música de Ninguna Parte", protagonizada por el talentoso Jeremy Allen White ("El Oso"), quien generó
grandes expectativas por su interpretación del legendario músico estadounidense. Sin embargo,
la película no logra contagiar el mismo entusiasmo que su actuación.
La cinta se centra en la gestación del álbum Nebraska, grabado entre 1981 y 1982, cuando Springsteen todavía era un artista en ascenso que buscaba reconciliar el peso del éxito con los fantasmas de su pasado. Registrado en un simple cassette de cuatro pistas en su casa en Nueva Jersey,
Nebraska es un disco íntimo y melancólico, habitado por personajes extraviados en busca de redención.
Irónicamente,
"Springsteen: Música de Ninguna Parte" se enfoca en un momento de gran inspiración del músico, pero carece de esa misma chispa creativa. La actuación de Allen White brilla, aunque arrastra consigo la falta de inspiración de un
relato excesivamente convencional.
Un álbum especial y una película que no está a su altura
Nebraska es una de esas piezas de arte que quedan en la memoria colectiva. Es una composición tan cruda y personal que, incluso, ha sido catalogada como una obra maestra. La película se enfoca en mostrar la importancia que tenían estas pistas para Bruce Springsteen a la hora de mostrar en su arte el peso de su vida, del que pocos sabían.
La creación de este álbum debe ser la mejor parte de la cinta. La música se va mezclando con los recuerdos de la infancia del artista, reflejando que los dolores no se quedaron en el pasado, sino que lo acompañan hasta la década de los '80 (e incluso después).
Sin embargo, la película tampoco trata de mostrar este sentimiento en una luz diferente a la que ya hemos visto varias veces en el cine.
El presente se intercala con memorias del pasado en blanco y negro que le dan un toque de peso a lo que Bruce recuerda. No obstante, no porque los flashbacks están en una paleta de colores diferentes quiere decir que se está entregando un mensaje potente. Por el contrario, la película
suele repetir el mismo mensaje de pésame de Bruce, sin mostrar matices más sutiles que se puedan comparar con el álbum en cuestión.
En otras palabras,
la película no se acerca a la complejidad de la obra y eso eclipsa la historia completa.
"Springsteen: Música de Ninguna Parte" se centra en la gestación del álbum Nebraska, grabado entre 1981 y 1982. Crédito: AP.
Jeremy Allen White
El gran punto positivo de esta cinta es la actuación de su protagonista. Jeremy Allen White, reconocido por su papel de Carmen en la serie "El Oso", entrega una interpretación que
deja ver la depresión por la cual pasaba la leyenda de la música en esos años. Por momentos es alegre, en otros sombríos, pero siempre mostrando la vulnerabilidad de alguien que está tratando de entender quién es y cuál es su lugar en el mundo.
Mentiría si no dijera que el actor no logra desmarcarse tanto de su papel en la serie de Disney+, pero en cierto punto de la película dejas de pensar que estás viendo a un chef y que comienzas a creer estás viendo a una estrella de la música.
El desafío mayor, sin embargo, era vocal: lograr que el público creyera que estaba viendo
-y escuchando
- a Bruce Springsteen. Por suerte,
su interpretación de "Born in the U.S.A." demuestra que el actor cumple con creces. Su voz no es una imitación completa de Springsteen, sino que toma el mismo tono y la hace suya, para que nosotros como audiencia podamos creernos el cuento de que estamos viendo una historia de Bruce Springsteen. Bien por Jeremy Allen White.
Falta de conflicto
Es injusto llamar a esta película "aburrida", pero es necesario mencionar la
increíble falta de conflicto que tiene a lo largo de sus dos horas. Debido a que los demonios de Springsteen son internos, lo externo no tiene mucho más que hacer que escuchar sus alegatos, hacerle caso, y cumplir con lo que pide.
En ningún momento la película presenta un cambio de ritmo con algún acontecimiento y esto, acompañado de la ya mencionada falta de inspiración,
deja una sensación insípida en la audiencia.
Tal vez los fanáticos del artista puedan encontrar una mayor satisfacción en esta historia escuchando varios de sus grandes éxitos. Quien no conozca a Bruce Springsteen se encontrará con una mirada incompleta de lo que es él como artista mundial, y la magnitud que su talento y fama tienen hasta el día de hoy. Por lo mismo, esta es
una película que parece funcionar un poco mejor en el territorio estadounidense que en el global.
En conclusión,
"Springsteen: Música de Ninguna Parte" tenía ese potencial para ser una de las películas destacadas del año: un contexto importante en la historia de la música y un actor a la altura de su interpretación.
Por desgracia, la dirección que toma esta cinta no logra dar con este potencial, dejando solo la idea de lo que pudo ser.
Nota: 2,8 / 5,0"Springsteen: Música de Ninguna Parte" ya está disponible, sólo en cines.
Agustín Pérez Achurra, crítico de cine
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