SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.- El Papa Francisco denunció este lunes, con duras palabras en una misa, el trato a las comunidades indígenas que han sido "mareadas por el poder", "despojadas de sus tierras" y "excluidas de la sociedad".
En el estadio municipal de San Cristóbal de las Casas, la localidad elegida personalmente por Francisco para lanzar su apoyo a las comunidades indígenas, el Pontífice condenó "cómo de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad".
"Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones", continuó el Papa ante las comunidades que representan a los 11 millones de mexicanos indígenas que viven en el país.
Y otros, agregó, "han sido mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban (...)¡Qué tristeza!", exclamó el Papa, quien instó a todos "a hacer un examen de conciencia" y a pedir "perdón".
"El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita", añadió en San Cristóbal de las Casas, ciudad fundada por el español Diego Mazariegos en 1528 en un valle rodeado por montañas
Les dijo que pueden ser ejemplo para "los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas y características culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan que no se pierda la sabiduría de sus ancianos".
Al inicio de su homilía, el Papa citó al pueblo de Israel, "un pueblo que había experimentado la esclavitud y el despotismo del faraón", en una comparación con lo que sufrieron los pueblos indígenas.
Sostuvo que entre estos pueblos "hay un anhelo de vivir en libertad, hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean la moneda corriente".
Y agregó que también existe un anhelo "de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad (...) de muchas formas y maneras se ha querido silenciar y callar ese anhelo".
Francisco retomó el tema de la defensa del ambiente, que también comparten con fuerza las comunidades indígenas. Para ello citó parte de su primera encíclica, "Laudato Si", sobre la defensa del medioambiente y recordó: "La creación también sabe levantar su voz. Esta hermana clama por el daño que le provocamos".
"Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla (...) Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto", continuó su cita de la encíclica.
Al finalizar la misa, en la diócesis de San Cristóbal de las Casas, donde el 75% de la población es indígena, el Papa orará frente a la tumba de Samuel Ruiz, histórico defensor de esos sectores y a quien llamaban cariñosamente "Tatic".