SANTIAGO.- Como una señal del deshielo de la relaciones entre Cuba y Estados Unidos, este martes se dio a conocer que el Gobierno de Barack Obama autorizó a una empresa estadounidense a construir una fábrica en la isla.
La decisión de validar que una pequeña empresa de Alabama construyera una planta de ensamblaje de tractores en territorio cubano, da cuenta de la primera inversión significativa que realizará el país norteamericano desde 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder.
Según consigna el diario español El País, ocurre luego de que en diciembre de 2014, Cuba y EE.UU. anunciaran el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y poco antes de que se diera a conocer que
acordaron permitir vuelos directos entre ambos países por primera vez en medio siglo.
La prohibición de generar tratos comerciales en la isla, es parte del embargo que Estados Unidos aplicó luego de que Fidel Castro decidiera expropiar las compañías del país norteamericano.
A pesar de que la medida sigue vigente, se han podido establecer algunas excepciones por lo menos hasta que el Congreso, hoy de mayoría republicana, decida derogar dicha legislación.
Así, el Departamento del Tesoro estadounidense comunicó a Horace Clemmons y Saul Berenthal que podrían crear su fábrica de ensamblaje en la zona especial económica cubana, para posteriormente vender los tractores a agrícolas locales.
Esta posibilidad forma parte de la nueva orientación impulsada por Obama, con la creación de una serie de decretos para liberar poco a poco los límites con el país centroamericano.
Una de ellas es la capacidad de realizar transacciones económicas en determinados proyectos que estén relacionados con el desarrollo agrícola y rural de productores libres.
"Todo el mundo quiere ir a Cuba a vender algo. Eso no es lo que nosotros estamos tratando de hacer", afirmó Clemmons a la agencia Associated Press. "Estamos mirando el problema y cómo ayudamos a Cuba a solucionar los más importantes", enfatizó.