La ley firmada el jueves por el Presidente Barack Obama muestra "la determinación de Estados Unidos de reaccionar con firmeza a la prueba nuclear y el lanzamiento de un misil de largo alcance por parte de Corea del Norte", afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores en Seúl en una declaración citada por la agencia de noticias Yonhap.
Corea del Sur aseguró que junto con la comunidad internacional tomará todas las medidas posibles para forzar a Corea del Norte a abandonar su programa para el desarrollo de armas nucleares.
En virtud de las nuevas sanciones norteamericanas, todas las personas que apoyen los programas nuclear y misilístico de Pyongyang pueden ser castigados en Estados Unidos.
Las sanciones incluyen también represalias contra personas implicadas en ataques cibernéticos y en violaciones de los derechos humanos por parte de Corea del Norte.
Pyongyang desató una ola de indignación mundial con su nuevo ensayo nuclear en enero y el lanzamiento, un mes más tarde, de un cohete de largo alcance. Mientras Pyongyang sostiene que el cohete fue lanzado para poner en órbita un satélite, los servicios de inteligencia occidentales creen que se trató de una prueba encubierta de un misil en el marco del programa militar nuclear norcoreano.
En respuesta al lanzamiento del misil, Seúl cerró un parque industrial en la frontera intercoreana gestionado conjuntamente desde hace varios años por las dos Coreas.
Corea del Sur y Estados Unidos también quieren que el Consejo de Seguridad de Naciones imponga sanciones más duras a Corea del Norte.