BERLÍN.- El presidente de la Conferencia de Obispos Alemanes, Reinhard Marx, instó hoy a los ciudadanos llamados a las urnas tres estados federados, Baden-Württemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt, a no votar a los partidos que difunden una ideología xenófoba.
"Un cristiano no puede dar su voto a nadie que propaga el odio o predica el racismo", manifestó el cardenal Marx en una entrevista con el dominical "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung" ante unos comicios en los que el partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD) espera entrar en los tres nuevos parlamentos regionales.
Después de que Alemania recibiera el año pasado cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo, la crisis de los refugiados ha centrado la campaña electoral y AfD aspira a aglutinar, con un discurso de tintes xenófobos, el voto de los descontentos con la política de refugiados de la canciller, Angela Merkel.
La canciller ha sido cuestionada en sus propias filas en los últimos meses y ha recibido duras críticas de sus socios conservadores bávaros, cuya actitud cuestionó hoy el presidente de los obispos alemanes.
Marx rechazó la propuesta de la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera de implantar una cuota a la entrada de refugiados en Alemania, como la aprobada por Austria, y lamentó que, ante el desafío al que se enfrenta el país, el Gobierno no sea capaz de actuar unido.
A principios de marzo, un sacerdote de origen congolés, Olivier Ndjimbi-Tshiende, abandonó su parroquia en la localidad de Zordening, en Baviera, tras haber recibido varias amenazas de muerte de corte xenófobo.
Marx, arzobispo de Múnich, la capital bávara, lamentó la decisión del sacerdote, aunque respetó el paso dado por Ndjimbi-Tshiende en la localidad.
Según informaron medios bávaros cuando se informó del caso, el cura, de 66 años, había recibido cinco amenazas de muerte tras haber criticado duramente las declaraciones racistas de la exlíder local de la CSU Sylvia Boher, a quien pidió que fuera consecuente con la doctrina cristiana.
En un artículo del periódico local de su partido, Boher había afirmado que Baviera estaba siendo invadida por refugiados y calificó a los inmigrantes procedentes de Eritrea de personas que sólo querían huir del servicio militar.