BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, salió hoy a defender su política de refugiados a pesar del
revés electoral en la elecciones regionales del domingo, pero reconoció que el ascenso del partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD) se debió al "voto de protesta".
"Analizamos el resultado de los comicios regionales. A pesar de las luces y sombras, ayer fue un día difícil para la Unión Cristianodemócrata (CDU)", declaró la Mandataria.
Merkel reconoció que tras el resultado de las elecciones en Baden-Wurttemberg, Renania Palatinado y Sajonia-Anhalt quedó claro que los alemanes están descontentos con el tema de los refugiados y que ha tenido un peso seguro en el resultado.
Sin embargo, insistió en que está "convencida" de que se necesita una solución europea, para lo que se hace falta tiempo y recordó que las cifras de llegada de refugiados se han reducido, también en Turquía.
"El voto de protesta tiene que ver con las cuestiones que quedan por solucionar en torno a los numerosos refugiados, también los miedos en relación a la integración", afirmó. "Preocupación por otras religiones, en especial el Islam, y la cuestión de la seguridad interior", agregó.
Merkel se resiste a cerrar las fronteras y a emprender otras medidas unilaterales para reducir la llegada de solicitantes de asilo a Alemania, que en 2015 llegó al 1,1 millones de personas.
La Mandataria alemana explicó que es "indiscutible" que Alemania se beneficia del polémico cierre de la ruta de los Balcanes, ya que llegan menos personas al país. Sin embargo, insistió en la importancia del Tratado de Schengen, que "debe tener prioridad en Europa".
Asimismo, reiteró la necesidad de continuar con la lucha contra las causas que impulsan a las personas a abandonar sus países y de defender las fronteras exteriores de la Unión Europea.
AfD fue el protagonista del "superdomingo" electoral al convertirse en la segunda fuerza más votada en Sajonia-Anhalt (24,2 por ciento) y la tercera en Renania Palatinado (12,6 por ciento) y Baden-Wurttemberg (15,1 por ciento).
A pesar de este ascenso, Merkel no cree que exista un peligro para la CDU. "No lo veo como un problema existencial de la CDU, pero sí que lo veo como un problema", dijo en la rueda de prensa.
"Es necesario una discusión argumentativa, pero una clara delimitación en cuanto a la cooperación", adelantó de cara al trabajo futuro con un partido que cuenta ya con presencia en la mitad de los estados federados alemanes.
Respecto a si sopesa la posibilidad de convocar una moción de confianza a la vista también de la discusión interna en el seno de la Unión (CDU/CSU) en el Parlamento alemán, Merkel contestó con un claro "No" y recordó que en el congreso del partido en diciembre obtuvo un amplio apoyo.
El mayor revés lo sufrió en el rico "Land" de Baden-Wurttemberg, sede de poderosas empresas como Daimler y Porsche, al dejar de ser el partido más votado por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. La CDU cayó desde el 39 por ciento hasta el 27,0 por ciento y cedió su reinado a Los Verdes, que obtuvieron un 30,3 por ciento.
En Renania Palatinado la CDU descendió desde el 35,2 por ciento de las elecciones de 2011 hasta el 31,8 por ciento, quedando por detrás del Partido Socialdemócrata (SPD), que obtuvo un 36,2 por ciento. En tanto, en Sajonia-Anhalt fue el partido más votado pero cayó desde el 32,5 por ciento al 29,8 por ciento y se quedó a pocos puntos porcentuales por delante de AfD.