KABUL.- Al menos 40 personas murieron y otras 300 resultaron heridas hoy en un atentado suicida de los talibanes en una zona de alta seguridad de Kabul, donde hubo un enfrentamiento entre tropas afganas e insurgentes, informaron fuentes oficiales. La mayoría de muertos "son civiles, incluidos mujeres y niños" dijo el jefe de la Policía de Kabul, Abdul Rahman Rahimi, en una rueda de prensa.
La explosión ocurrió a las 8:55, hora local (4:25 GMT/01:25 hora chilena), en el centro de Kabul, cerca del Ministerio de Defensa, relató el jefe del Departamento de Emergencias del Ministerio de Interior afgano, Homayoon Aini.
Según Aini, el objetivo del ataque eran unas oficinas relacionadas con el servicio de inteligencia afgano, precisamente el Directorio Nacional de Seguridad de Afganistán (NDS, siglas en inglés).
El presidente afgano, Ashraf Gani, señalo que "varios compatriotas" murieron o resultaron heridos en el atentado con bomba y posterior tiroteo en Kabul.
El portavoz del Ministerio de Interior de Afganistán, Sediq Sediqqi, que aseguró, por su parte, que "decenas de personas han muerto o resultado heridas".
Las tropas afganas se encuentran "muy ocupadas" tratando de neutralizar el ataque insurgente, en "una operación que está todavía en marcha", remató Sediqi.
Se adjudicaron el ataque
El portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reivindicó a través de Twitter la autoría del atentado con bomba y reveló que tras la explosión un número indeterminado de insurgentes penetraron en la sucursal de los servicios de inteligencia.
"El tiroteo continúa, hemos causado un gran número de bajas al enemigo", sentenció el portavoz de los talibanes.
En un comunicado posterior, el portavoz talibán reveló que los explosivos estaban colocados en un "camión" y señaló que "la mayor parte de la oficina (del NDS) ha sido destruida y muchos de sus empleados han muerto o resultado heridos".
Este atentado en Kabul se produce después de que la semana pasada los insurgentes anunciaran el comienzo de la ofensiva de primavera, lo que supone un aumento de sus ataques, a lo que siguió el anuncio del Gobierno afgano de un plan de cinco años para combatir a los insurgentes.