SEÚL.- El Gobierno de Corea del Sur anunció hoy que sigue de cerca el VII Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, el primero en 36 años, ante la posibilidad de que se anuncien decisiones políticas importantes en el país vecino.
Altos funcionarios surcoreanos de diplomacia y seguridad de la Casa Azul de Seúl están verificando las informaciones y los datos de inteligencia que llegan desde Pyongyang, indicaron fuentes de la oficina presidencial a la agencia local Yonhap.
"No es una situación de emergencia, pero estamos todos aquí para seguir el Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte", indicó a Yonhap un funcionario de la Casa Azul.
Por su parte, fuentes de Defensa surcoreanas aseguraron a la agencia que el Ejército de Corea del Norte está en un estado de alerta superior al habitual durante el congreso, aunque no se han detectado movimientos inusuales de las tropas del país vecino.
En Corea del Sur hoy es día festivo y, al margen de los organismos gubernamentales, no se presta especial atención al acontecimiento norcoreano.
El Gobierno surcoreano afirmó horas antes que el Ejército Popular del Norte podría llevar a cabo un simulacro de ataque a la Casa Azul de Seúl.
El VII Congreso del Partido de los Trabajadores, que no se celebraba desde 1980, comenzó hoy y se prolongará entre tres y cuatro días.
En el evento podrían anunciarse importantes decisiones que marquen el futuro de las políticas del hermético país, especialmente en materia económica, mientras algunos expertos han sugerido que Kim Jong-un podría imponer un reemplazo generacional en las élites.
