BRASILIA - El Supremo Tribunal Federal de Brasil analizará una acción para abrir un juicio político contra el Presidente interino del país, Michel Temer, quien asumió luego de que el Senado aceptara abrir este proceso contra la Mandataria suspendida, Dilma Rousseff.
Según informaron hoy medios locales, el juez de la Corte Suprema Marco Aurélio Mello avaló hoy que sea juzgado en el plenario de ese tribunal una acción que pide la apertura de un juicio político contra Temer en la Cámara Baja.
La fecha del análisis del pedido será definida por el presidente de la más alta corte del país, Ricardo Lewandowski.
Hace cerca de un mes, Mello decidió en forma preliminar que la Cámara Baja aceptara el pedido de "impeachment" de Temer, presentado por un abogado, e instalara una comisión especial de diputados que analizara y diera un primer fallo sobre la acción.
En la época en que Mello tomó la resolución, el presidente de la Cámara Baja era Eduardo Cunha, hoy suspendido en sus funciones por el Supremo, que lo acusó de haber usado su cargo para entorpecer las investigaciones que lo vinculan a la trama de corrupción en Petrobras.
Al recibir el pedido de "impeachment" contra Temer de manos del abogado Mariel Márley Marra, Cunha lo archivó. El abogado recurrió entonces al Supremo, dando lugar a la decisión cautelar de Mello.
La Cámara Baja todavía no concluyó la creación de esa comisión, debido a que los partidos políticos no nombraron aún a sus representantes en ese cuerpo.
Por su parte, el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, recomendó al Supremo revertir la decisión de Mello, o sea, suspender la obligatoriedad de la Cámara Baja de desarchivar el proceso.
Janot consideró que cabe la posibilidad de que se abra un juicio político contra Temer, pero cuestionó el mérito de la acción de Márley.
Janot cuestionó el mérito del pedido de "impeachment" de Temer realizado por Márley. El abogado fundamentó su solicitud alegando que el entonces vicepresidente decretó la apertura de líneas de crédito son pedir autorización al Congreso tal como lo hizo la suspendida Dilma Rousseff.
Esa práctica es una de las dos acusaciones que dieron base al enjuiciamiento de la Mandataria, cuya absolución o condena a la destitución será definida por el Senado en un plazo de 180 días.
Según fundamentó Márley, si Rousseff y Temer incurrieron en la misma práctica, y la Presidenta está siendo procesada por esa causa, le cabe al hoy Mandatario en ejercicio la misma acción.
El abogado consideró en su petición la situación de ambos como "idénticas", por lo que en su momento pidió la suspensión del proceso contra Rousseff hasta que el Supremo no analizara la situación de su entonces vicepresidente.