FILADELFIA .- Tanto en 2008 como en 2012, Michelle Obama defendió las virtudes de su marido para llegar y permanecer en la Casa Blanca. Este año, su papel será abogar por la candidatura de Hillary Clinton, a quien califica como una "mujer fenomenal".
Con una gran popularidad (índice por encima del 60%), la primera dama de Estados Unidos, que hablará esta noche en la primera jornada de la convención del partido demócrata en Filadelfia, es considerada uno de los activos más importantes de la actual campaña del partido.
En 2008, en Denver (Colorado), en su primer examen oral ante los delegados demócratas, aseguró que su marido sería un presidente "extraordinario", apoyándose en una serie de anécdotas sobre "Barack".
Irónicamente, este discurso resurgió la semana pasada, gracias a Donald Trump. La esposa del multimillonario, Melania, utilizó varios pasajes de ese texto, específicamente los referentes al trabajo y al respeto de la palabra empeñada.
Cuatro años más tarde en 2012, en Charlotte (Carolina del Sur), Michelle aseguró que después de cuatro años en el cargo, Obama era "el mismo hombre": "Vi que ser presidente no te cambia, revela lo que eres", señaló.
Esta vez, la ecuación es diferente. Para ayudar a elegir a la primera mujer presidenta de Estados Unidos, Michelle Obama tendrá que actuar justamente como abogada de la ex rival de su esposo en las primarias de 2008, candidata cuya ruta y ambiciones son en muchos aspectos diferentes a la suya.
"Michelle Obama es consciente de que este es un momento político crucial y de la importancia que esta elección va a tener en la forma como será juzgado el balance de su marido", señala Peter Slevin, profesor de la Universidad de Northwestern, y autor de una biografía de la primera dama.
Sin ambición política
Michelle Obama pone su carisma al servicio de Clinton, pero también actuará para darle un tinte optimista a la estrategia demócrata: ofrecer una visión luminosa de un Estados Unidos en marcha. La primera dama tiene una diferencia fundamental con la candidata demócrata: no tiene ninguna ambición por el universo político.
"Si bien ha demostrado talento para difundir mensajes políticos, creo que no soporta la idea de ser candidata, recaudar dinero y plegarse a las limitaciones de la vida política", señala Slevin.
En abril de este año, cuando le preguntaron si seguiría el mismo camino de Clinton, Michelle Obama aseguró que Hillary "era una mujer impresionante" pero que sin embargo no seguiría su mismo rumbo y que no entraría en la carrera política, puesto que "quiere hacer otras cosas", aseguró la primera dama.
Por otro lado, el actual presidente Obama aseguró irónico que hay tres cosas seguras en la vida, "los impuestos, la muerte y el hecho de que Michelle no será candidata a la Presidencia".