“No hay lugar para los que llaman y provocan el odio", señaló el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
AFP
SANTIAGO.- Luego de los atentados terroristas ocurridos en París en diciembre de 2015, el Gobierno Francés cerró las dos primeras mezquitas radicales. Así, tras el asesinato del sacerdote Jacques Hamel en la Iglesia Saint-Etienne-du-Rouvray la semana pasada el número de templos clausurados ha aumentado.
Hasta la fecha, se han cerrado más de 20 mezquitas y salas de rezo en toda Francia, sin embargo, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, indicó que "serán más".
Tras una reunión sobre la reforma del islam en Francia, Cazeneuve recalcó que en el país están luchando contra el fenómeno de radicalización yihadista y que "no hay lugar para los que llaman y provocan el odio o no respetan la igualdad entre hombres y mujeres", indicó el ministro.
Francia es el país con mayor número de musulmanes en Europa y en el último tiempo las fuentes de financiamiento de la organización están dentro del centro de la reflexión tras el atentado del sacerdote en la iglesia Saint-Etienne-du-Rouvray.
Es por eso que el Gobierno galo está trabajando en conjunto con Consejo Francés del Culto Musulmán para crear antes de finales de este año una Fundación con el objetivo de garantizar la transparencia en el financiamiento de las mezquitas.
Con respecto a la fundación, el ministro Cazeneuve enfatizó que la ley de separación entre Estado e Iglesia prohíbe todo financiamiento público de actividades o lugares religiosos.
Por otro lado, el primer ministro francés, Manuel Valls, anunció el fin de semana que tenía la intención de prohibir temporalmente el financiamiento extranjero en la construcción de mezquitas para evitar posibles vínculos con terceros.
La actual lucha no es sólo con los templos y lugares de culto, sino que también con los imanes extranjeros. Según indicó el diario El País, desde 2012 se han expulsado alrededor de 80 imanes por llevar un discurso contrario a la República de Francia.
Francia no es el primer país en cerrar centros religiosos musulmanes. El año pasado el gobierno de Túnez ya había informado el cierre de 80 mezquitas salafistas por "incitar a la violencia", según declaró el primer ministro tunecino, Habib Essid.