BANGKOK.- El viceprimer ministro de Tailandia, Prawit Wongsuwan, descartó hoy la autoría de los separatistas malayo musulmanes en la cadena de atentados de hace un mes en el sur del país, pese a que estos fueron reivindicados por esta insurgencia.
La investigación policial apunta hacia estos grupos que en 2004 reanudaron la lucha armada en las provincias de Pattani, Yala y Nharatiwat, en un conflicto que desde entonces ha causado más de 6.500 muertos.
Un líder del Barasan Revolusi Nasional (BRN), el mayor grupo armado que opera en la zona, reivindicó la participación de sus militantes en los atentados del 11 y 12 de agosto en seis enclaves turísticos que causaron cuatro muertos y medio centenar de heridos.
Los dos únicos detenidos por su presunta implicación con los atentados así como otros sospechosos proceden de esta misma región.
"Aunque los sospechosos detenidos son de esas provincias del sur (los atentados) no suponen una expansión de la insurgencia ni tienen ninguna relación con la violencia en el sur", dijo Prawit en un acto con la prensa para exponer los logros de la junta desde el golpe de Estado de 2014.
El portavoz insurgente atribuyó los atentados a la falta de progreso en las conversaciones de paz entre el Gobierno tailandés y Mara Patani, agrupación que representa a varias facciones armadas del sur de Tailandia.
Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista y exigen la creación de un Estado que integre a las citadas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani y que Tailandia se anexionó hace un siglo.
La reivindicación de los ataques es inusual entre los grupos armados que operan en la región.