SANTIAGO.- Este lunes, se sellará de manera formal el histórico acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de ese país, que se logró en La Habana el 24 de agosto luego de casi cuatro años de negociaciones.
Pero los desafíos en materia de conflicto están lejos de terminar para Colombia. Primero, la tarea de Juan Manual Santos es instalar una noción común de posconflicto, mientras se desarma a la guerrilla y se les da una alternativa productiva a 7.000 insurgentes, informó El Mercurio.
Aquí, algunos puntos que tendrán que afrontar las autoridades.
El factor del Ejército de Liberación Nacional
El ELN, la segunda guerrilla del país que cuenta con unos 2.500 combatientes, sigue activo. La Fundación Paz y Reconciliación sostuvo que el país tendrá una "paz coja" mientras no se sume el ELN y advierte que puede pasar "lo de siempre, y es que un proceso de paz es la puerta a otro conflicto armado".
Aunque también cabe la posibilidad de que con las FARC en proceso de desarme, el izquierdista ELN busque una rápida salida política, ya que le caerá todo el peso de las Fuerzas Armadas.
¿Farcrim?
La historia advierte que el promedio mundial de ex combatientes que vuelven a las armas o de los que deciden quedarse fuera de los diálogos está entre el 10% y el 30%. Por eso la pregunta clave es cuántos miembros de las FARC regresarán a la lucha o a delinquir, fenómeno conocido como "Farcrim".
Un indicio lo dio en julio el Frente Primero Armando Ríos, que con entre 200 y 400 combatientes cuestionó las negociaciones de paz. A su favor, esta guerrilla tiene la característica de ser una organización muy disciplinada. En contra, es la existencia de rentables industrias ilegales, como el narcotráfico y la extracción clandestina de oro.
Clave para el éxito del proceso de paz es implementar un plan de reinserción a la vida civil efectivo, pero también identificar y castigar a los eventuales saboteadores internos y externos de la paz.
Financiar la paz
Nadie sabe a ciencia cierta cuánto costará la paz. Julian Hottinger, experto suizo que participó en las negociaciones del acuerdo, estimó US$31.000 millones para aplicar el proceso de posconflicto durante diez años.
"Es una cifra descomunal y, obviamente, no podrá ser asumida por un solo país", sostuvo Hottinger, considerando, además, que la economía del país está desacelerándose debido a la caída de los precios del petróleo.
Uno de los argumentos de Santos es que la economía debería registrar un crecimiento adicional de entre 1,1% y 1,9% del PIB, por nuevas inversiones y la explotación de territorios subutilizados o no utilizados por el conflicto (muchos minados).
La Corporación Andina de Fomento, Estados Unidos, la Unión Europea y países individuales ya han prometido más de US$ 3.000 millones en total.
Reparación de las víctimas
Esto va de la mano con la reparación de las víctimas. El conflicto dejó 220 mil muertos y seis millones de desplazado, y según datos del organismo público Unidad de Víctimas, hay más de siete millones de víctimas registradas en el país.
En tanto, la Agencia de la ONU para refugiados estima que 350.000 de colombianos que se fueron del país por esta causa. Sin embargo, ese organismo reconoce que la "nadie conoce la cifra exacta".
"El exilio es el hecho victimizante más grande en Colombia después del desplazamiento interno, pero (...) en la ley no existe ninguna referencia al desplazamiento forzado internacional como hecho victimizante", dijo a la agencia AFP una de las víctimas que vive hace 13 años en España.
El plebiscito
El próximo domingo, los colombianos deberán responder en un plebiscito si aprueban o rechazan los acuerdos de paz firmados entre Santos y las FARC. Para ser visados requieren de la aprobación de apenas 4,5 millones de votos de los 35 millones de personas habilitadas para sufragar, todo mediante una sola pregunta.
De ahí las críticas de la oposición liderada por el ex Presidente Álvaro Uribe, que quiere un "No" para renegociar lo pactado con las FARC, en particular concesiones excesivas, como la entrega de diez escaños en el Congreso y que sus comandantes acusados de crímenes de lesa humanidad no vayan a la cárcel tras confesar sus delitos.
Pero, según la firma Cifras y Conceptos, el pacto sería aprobado con 54% de los votos, mientras que tendría un rechazo de 34%. Todavía hay 12% de indecisos.