WASHINGTON.- En la víspera de las elecciones presidenciales, la demócrata Hillary Clinton mantiene este lunes una ventaja de tres puntos respecto al republicano Donald Trump, según el promedio de encuestas recopilado por la publicación Real Clear Politics. Clinton cuenta con un apoyo del 47,2% y Trump del 44,2%.
A mediados de la semana pasada, la ventaja se redujo a 1,3 puntos, pero se ha ampliado en los últimos días. Hace 10 días, antes de que el FBI examinara nuevos correos electrónicos de Clinton, en los que no ha hallado nada delictivo, la brecha era de cinco puntos.
Clinton mantiene una ventaja de cuatro puntos sobre Trump, según un sondeo de la cadena CBS News realizado entre el 2 y 6 de noviembre. Otra encuesta de Bloomberg Politics, entre el 4 y 5 de noviembre, muestra una intención de voto a favor de la demócrata del 44% ante el 41% del republicano.
Más allá de las encuestas sobre el voto general, la clave de las elecciones radica en los Estados más disputados dado que, en la mayoría de ellos, el candidato con más respaldo se lleva todos los votos electorales del Estado. Hay 538 votos electorales en juego. El candidato que consigue 270, gana las elecciones.
29Son los votos electorales que entrega el estado de Florida, uno de los "indecisos" y que hoy Trump visitó en sus últimas horas de campaña
Clinton tiene garantizados 203 votos electorales y Trump 164, según los promedios de encuestas de Real Clear Politics. Quedan por definir 171, que son los que inclinarán la balanza.
Indecisos en la ruta de Trump
De los Estados indecisos, Florida es el que concede más votos electorales: 29. Allí, las encuestas apuntan a un empate. Una mínima diferencia de votos en un puñado de condados puede tener la llave que determine quién es el próximo presidente.
Clinton lidera en Pensilvania (que concede 20 votos), Michigan (16) y Virginia (13), mientras que Trump lo hace en Ohio (18), Georgia (16) y Carolina del Norte (15).
Quizás por eso es que Trump se lanzó este lunes, en el último día de la campaña presidencial más salvaje de la que se tenga recuerdo, desesperado por persuadir a los estadounidenses que estarán mejor con un 'outsider' que con una favorita del establishment como Hillary Clinton.
Después de haber cruzado siete estados el domingo, el millonario comenzó su día de cálculos políticos en Florida, el estado del sureste que, junto con Ohio, podría propulsarlo a la victoria o hundir su suerte el martes.
"¿Quién hubiera creído esto?", preguntó Trump delante de los 4.000 adeptos que se acercaron a verlo en Sarasota, Florida, en referencia a su odisea de 18 meses en busca de la Casa Blanca. "Sí que ha sido una campaña", agregó.
De los estados que albergan esas ciudades -Colorado, Iowa, Minnesota, Michigan, Pensilvania y Virginia-, sólo Iowa se inclina por el Partido Republicano, una señal de que Trump intenta conquistar en el último suspiro territorios demócratas para dar la sorpresa.
"Estamos liderando en Carolina del Norte. Estamos muy, muy bien en Pensilvania", insistió, aumentando su hipérbole a medida que eñ reloj llega al martes.
"Mis resultados en las encuestas están por el techo", agregó.
En medio de informaciones de que consejeros y personal de campaña han chocado tras bastidores en los últimos días de la carrera, la resistencia de la campaña del magnate inmobiliario de Manhattan, de 70 años, ha sido extraordinaria.
Trump recorrió el sábado unos 7.240 km a bordo de su Boeing 757, y otros 4.800 el domingo, cuando se burló de los periodistas cansados que viajaban con él.