BERLÍN.- Gobiernos desde Asia a Europa reaccionaron con incredulidad el miércoles a la victoria de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos, mientras que los populistas aclamaron el resultado como un triunfo del pueblo sobre un sistema político fallido.
La ministra de Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, aliada de la canciller Angela Merkel, describió el resultado como un "gran shock" y se preguntó si significa el final de la "Pax Americana", el estado de relativa paz supervisado por Washington que ha regido las relaciones internacionales desde la Segunda Guerra Mundial.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, se comprometió a trabajar con Trump, pero dijo que su personalidad "plantea interrogantes" y admitió estar inseguro respecto a lo que significará su presidencia para los desafíos clave de política exterior, desde el cambio climático y el acuerdo nuclear de Occidente con Irán a la guerra en Siria.
"Parece que este será el año del doble desastre de Occidente", dijo el ex ministro de Relaciones Exteriores sueco Carl Bildt en Twitter, en referencia al resultado del referendo británico de junio pasado donde venció la opción a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. "Abróchense los cinturones", agregó.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, dijo el miércoles que espera una "cooperación racional" con Trump. "No será fácil porque durante la campaña electoral escuchamos algunos elementos de proteccionismo, también algunas palabras preocupantes sobre las mujeres, sobre las minorías", dijo Schulz, un socialdemócrata alemán.
"Pero mi experiencia también es que las campañas electorales son diferentes de la política real durante el mandato de un presidente, así que espero que regresemos a una cooperación racional", añadió.
En tanto, el ministro de Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, dijo que "es algo inesperado e importantísimo que cambiará muchas cosas en el mundo". El jefe de la diplomacia italiana aseguró además que "Italia continuará con su amistad y colaboración con Estados Unidos" y que la victoria de Trump "no cambiará la política exterior" del país.
"Esto no cambia nada, así como tampoco cambia nuestra oposición al proteccionismo y a los cierres", señaló en declaraciones en el programa "Radi'Anchio" de la emisora pública RAI1. "Hay que expresar respeto por el resultado" y que en la victoria del líder republicano ha podido influir "la globalización que ha tenido efectos sobre la clase media (estadounidense)".
Celebran los populistas
En tanto, populistas de derecha desde Australia a Francia celebraron el resultado como un golpe a la clase política tradicional. Jean-Marie Le Pen, fundador del partido francés Frente Nacional (FN) y padre de su líder Marine, dijo: "¡Hoy Estados Unidos, mañana Francia!".
Beatrix von Storch, segunda al mando del partido Alternativa para Alemania (AfD), que se opone a la inmigración, dijo que "la victoria de Donald Trump es una señal de que los ciudadanos del mundo occidental quieren un cambio claro de política".
Durante la campaña electoral de Estados Unidos, Trump expresó su admiración por el presidente ruso, Vladimir Putin, cuestionó los postulados principales de la alianza militar OTAN y sugirió que se debería permitir que Japón y Corea del Sur desarrollen armas nucleares para contribuir a su propia defensa.
El millonario ha prometido revertir un acuerdo climático que alcanzaron líderes mundiales en París el año pasado y renegociar el acuerdo entre Teherán y las potencias occidentales que suavizó las sanciones contra la República Islámica a cambio de que Irán permita un seguimiento estrecho de su programa nuclear.