SANTIAGO.- Este domingo, el centrista y ex ministro de Economía, Emmanuel Macron, junto a la ultraderechista líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, lograron consagrarse como los dos candidatos que accederán a la disputa de una segunda vuelta presidencial el próximo 7 de mayo. Tal cual lo pronosticaron las encuestas.
Con el miedo de experiencias de otros países en los últimos meses, los sondeos franceses lograron sacudirse de la mala imagen y de la desconfianza sobre los resultados de los estudios de opinión.
Y es que ante los pronósticos de que ninguno de los dos partidos tradicionales (Partido Socialista y Los Republicanos) lograría llevar a sus respectivos candidatos al balotaje, muchos creyeron que esta vez los resultados de las encuestas volverían a equivocarse radicalmente, tal como en el Brexit, la elección de Donald Trump y el plebiscito por la paz en Colombia.
En el caso del referéndum en el Reino Unido, los estudios aseguraban que la opción por la estabilidad de quedarse en la Unión Europea saldría victoriosa obteniendo incluso diez puntos más que la opción "leave" (salir). Pero no fue así. Según decenas de sondeos, la candidata demócrata Hillary Clinton pasaría a la historia al convertirse en la primera presidenta de EE.UU., pero se equivocaron. Y todas las encuestas auguraban que los colombianos votarían a favor del fin al conflicto con las FARC, aprobando el acuerdo por la paz impulsado por el Gobierno. Pero volvieron a errar.
No obstante, Francia parece haber demostrado que no necesariamente las encuestas fallan. Tal como lo predijeron durante semanas, los resultados electorales revolucionaron el espectro político francés. Macron, el líder del movimiento En Marcha!, se mantuvo en la cabeza con un 23,2%, el mismo porcentaje que le habían otorgado los estudios. Lo mismo sucedió con Le Pen, la candidata antieuro y antiinmigración, que obtuvo un 22,7%.
¿Qué los diferencia?
Para el analista político francés Florent Sardou, la diferencia entre lo ocurrido con los casos anteriores, tiene que ver con tres factores. El primero de ellos se relaciona con la alta participación electoral que caracteriza a la sociedad francesa y con el mayor conocimiento sobre cómo funciona el sistema. En esta ocasión, el 78% de los ciudadanos galos concurrieron a las urnas voluntariamente.
"Hay una participación electoral que es más alta que en otros países, como en EE.UU., entonces es más fácil ver qué se va a votar (...) hace mucho más fácil prever cuál será el comportamiento", explicó. "El sistema político, además, es dentro de todo entendible (...) hay una mayor visibilidad, mejor comprensión del sistema político", añadió.
También, tras conocerse los sorpresivos resultados del Brexit, EE.UU. y Colombia, muchos expertos aseguraron que el gran problema fue el fenómeno del denominado "voto oculto", en el que los votantes temían dar su verdadera opción por miedo al rechazo de una supuesta mayoría. Para Sardou, la inexistencia de este fenómeno en la sociedad francesa podría haber gatillado una mayor exactitud en los resultados de las encuestas.
"La gente no tiene tanto miedo o vergüenza a dar su voto a Le Pen, porque finalmente este sentimiento de ira que existe en Francia, porque tuvimos dos candidatos rupturistas, saben que no son para nada minoritarios, saben que representan a la mitad de Francia. Hay menos pudor", asegura. "Se está normalizando el voto rupturista (…) es de hecho el gran problema de Francia, que hay dos 'Francias' que se dividen. Los que quieren seguir con el modelo económico actual y los que quieren una ruptura", agregó.
Por último, el tercer factor relevante tiene que ver con las mayores posibilidades de las encuestadoras francesas, al contar con mayor cantidad de recursos. "Las encuestadoras tienen muchos medios, tienen más capacidad de encuestar personas. A diferencia del Reino Unido que tiene menos financiamiento (...) Eso le permite tener un detalle más fino", sostiene el analista.
Sin embargo, Sardou destaca que, de todas formas, existieron proyecciones que no acertaron. Estas fueron las realizadas por las consultoras que basaron sus estudios en la influencia de los candidatos en internet. "Hay muchas encuestadoras que usan datos de Twitter y Facebook y tienen menores resultados que las encuestadoras tradicionales (...) tienen que mejorar su dispositivo, su técnica. Ellos dieron resultados bastante diferentes a lo que fueron en la realidad".
Si las encuestas vuelven a acertar, Macron arrasaría en los segundos comicios. Según un sondeo de Ipsos/Sopra Steria dado a conocer pocas horas después de los resultados electorales del domingo, el ex ministro se adjudicaría un 62% de los votos, versus el 38% de su rival. Así, con 39 años, se coronaría como el Presidente francés más joven desde la era de Napoleón III.
