CARACAS.- El líder opositor venezolano Henrique Capriles descartó este sábado retomar un fallido proceso de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro, al responder a una renovada oferta del papa Francisco de intervenir en la grave crisis del país.
Francisco dijo este sábado estar dispuesto a una mediación del Vaticano con "condiciones claras", aunque aseguró que "la oposición está dividida" en torno a la posibilidad de reactivar las conversaciones.
"Los venezolanos, todos, queremos dialogar, pero no estamos dispuestos a un diálogo Zapatero", declaró a periodistas Capriles, aludiendo al exgobernante español José Luis Rodríguez Zapatero, que encabezó una misión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que acompañó con la Santa Sede unas fracasadas negociaciones el año pasado.
Capriles, quien ha acusado en otras ocasiones a Rodríguez Zapatero de "lavarle la cara" a Maduro, negó que la oposición venezolana esté dividida, como lo afirmara el pontífice.
"No es verdad, (Francisco) habla como si unos quisieran dialogar y otros no", expresó Capriles, quien habló con la prensa en una vigilia en memoria de los muertos en las protestas opositoras del último mes.
La oposición venezolana abandonó en diciembre la mesa de diálogo, iniciada en octubre, al asegurar que el chavismo incumplió acuerdos en función de la aprobación de un "cronograma electoral" y la liberación de "presos políticos".
Las actuales protestas se desencadenaron tras una sentencia con la que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumió las funciones del Parlamento, único poder que controla la oposición, que calificó el fallo como un "golpe de Estado".
Aunque el dictamen fue anulado parcialmente tras fuerte rechazo internacional, las manifestaciones se mantienen exigiendo "elecciones generales".
Maduro y altos funcionarios, en tanto, acusan a sus adversarios de "actos de terrorismo" para tratar de derrocar al mandatario.
"El Papa es importante que sepa que después del autogolpe (...) han sido asesinados más de 30 venezolanos y ha habido cientos de heridos y más de 1.400 detenciones arbitrarias", sostuvo Capriles, dando un balance de fallecidos mayor al confirmado por la Fiscalía de 28 personas.