El 11 de marzo de 2004, España se vistió de luto. El terror y la desolación se apoderaron de sus ciudadanos luego de que diez explosiones en serie sacudieran cuatro trenes atestados de gente en Madrid y sus alrededores, causando 192 muertos y 1.421 heridos en el ataque terrorista más sangriento de su historia.
En una carta distribuida a través del diario en árabe "Al Quds", supuestos miembros de Al Qaeda asumieron la autoría de los atentados y dijeron que se trató de un "ajuste de cuentas con España, el cruzado y aliado de Estados Unidos en su guerra contra el Islam".
La primera bomba estalló a las 07:39 hora local (03:39 en Chile) en la estación de Atocha.
El 7 de julio de 2005, Londres fue sacudida por una serie de ataques terroristas en el sistema de transporte, que dejaron al menos 52 muertos y unos 700 heridos, 45 de ellos de gravedad.
En tres estaciones de metro y en un bus explotaron bombas durante la hora punta de la mañana. Antes de registrarse las explosiones no hubo aviso alguno. Más tarde, la red terrorista Al Qaeda se atribuyó los atentados en un comunicado por internet.
El 7 de enero de 2015, dos hombres armados con fusiles de asalto entraron a las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo. Los atacantes -pertenecientes a la rama de Al Qaeda en la Península Arábiga- mataron a 12 personas antes de darse a la fuga. Luego fueron muertos por la policía.
El 13 de noviembre de 2015 (13-N), unas 120 personas murieron tras una cadena de atentados simultáneos en París a las afueras de un estadio y luego en una zona de restaurantes. Uno de los más emblemáticos fue el del Teatro Le Bataclan, donde un grupo de atacantes tomó rehenes y abrió fuego en medio de un concierto. El plan fue llevado a cabo por tres equipos de yihadistas del Estado Islámico (EI).
El 22 de marzo de 2016, dos explosiones en el aeropuerto de Bruselas, en Bélgica, y otra en una estación de metro dejaron 30 muertos y 200 heridos. Los atacantes, del EI, habían trabajado con los yihadistas del 13-N.
El 14 de julio de 2016, en el Día de la Toma de la Bastilla, un hombre embistió con un camión contra la multitud en el Paseo de los Ingleses en Niza, causando al menos 84 muertos. El EI se atribuyó el ataque.
El 19 de diciembre de 2016, un camión embistió contra un mercado navideño en Berlín, causando 12 muertos y 48 heridos. El EI lo reivindicó.
El 22 de marzo, Khalid Masood atropelló a peatones en el puente de Westminster. Murieron cinco personas. El atacante -inspirado por el EI- fue muerto por la policía.
El 3 de abril de 2017, una explosión ocurrió en el metro de San Petersburgo, la segunda ciudad más importante de Rusia, entre las estaciones de Sennaya Plóshchad y Tejnologuícheski Institut.
El hecho ocurrió luego de que el atacante, oriundo de Kirguistán, instalara una bomba en uno de los vagones del tren, dejando un saldo de 14 personas muertas. Asimismo, la policía descubrió un segundo artefacto explosivo en otra estación del transporte subterráneo, la que finalmente no se detonó.
El 8 de abril, un camión arrolló a una multitud en una de las principales calles de la capital sueca. En el incidente fallecieron cuatro personas y otras 15 quedaron heridas. El supuesto autor, Rajmat Akilov, fue detenido, y está en prisión tras declararse culpable.
Un saldo de 22 muertos y más de 50 heridos dejaron dos explosiones ejecutadas por un atacante suicida en el Manchester Arena la noche del 22 de mayo de 2017, mientras se desarrollaba un concierto de la cantante Ariana Grande. Varias de las víctimas eran menores de edad.