WASHINGTON.- Estados Unidos unirá el consulado que atiende a los palestinos con su nueva embajada en Israel en una sola misión diplomática en Jerusalén, anunció este jueves el secretario de Estado Mike Pompeo, en una medida que rápidamente fue criticada por los palestinos.
"Esta decisión está impulsada por nuestros esfuerzos globales para mejorar la eficiencia y la eficacia de nuestras operaciones", dijo Pompeo en un comunicado. "No indica un cambio en la política estadounidense sobre Jerusalén, Cisjordania o la Franja de Gaza", agregó.
El Presidente de Estados Unidos,
Donald Trump, indignó al mundo árabe y avivó los temores internacionales al reconocer en diciembre a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar en mayo la embajada estadounidense de Tel Aviv a la disputada ciudad.
El consulado general en Jerusalén es la principal misión para los palestinos, que desean formar un Estado en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza con Jerusalén Oriental como su capital.
Pompeo dijo que Estados Unidos establecerá una nueva Unidad de Asuntos Palestinos dentro de la embajada en Jerusalén para continuar informando, difundiendo y programando en Cisjordania y Gaza, así como con los palestinos en Jerusalén.
El líder palestino Saeb Erekat denunció la decisión de eliminar el consulado como la evidencia más reciente de que el Gobierno de Trump está trabajando con Israel para imponer una solución de "Gran Israel" en lugar de una solución de dos estados.
La medida no tiene nada que ver con la eficiencia, dijo Erekat, "y sí mucho que ver con complacer a un equipo ideológico de Estados Unidos que está dispuesto a disolver los cimientos de la política exterior estadounidense y del sistema internacional para recompensar las violaciones y delitos israelíes".
Pompeo dijo que la administración de Trump estaba comprometida con un esfuerzo de paz entre Israel y los palestinos. Las autoridades palestinas suspendieron los lazos con Washington luego del traslado de la embajada y no han tenido tras ello contactos oficiales con el consulado en Jerusalén.
El estatus de Jerusalén es una de las disputas más espinosas entre israelíes y palestinos. Los líderes palestinos acusan a Trump de sembrar inestabilidad al anular décadas de política de Estados Unidos más tendiente al diálogo entre las partes.
Israel considera a toda la ciudad, incluido el sector oriental que capturó en la guerra de Medio Oriente de 1967 y anexó, como su "capital eterna e indivisible", aunque no está reconocida internacionalmente así.
