El primer ministro en funciones iraquí, Adel Abdelmahdi, ordenó este martes abrir una investigación por el lanzamiento de cohetes contra la embajada estadounidense en Bagdad, en cuyas cercanías impactaron esta madrugada tres proyectiles en uno de los numerosos ataques de este tipo contra la fortificada Zona Verde.
Abdelkarim Jalaf, vocero de Abdelmahdi, que es también el comandante de las Fuerzas Armadas iraquíes, dijo en un comunicado citado por la agencia de noticias estatal INA que el primer ministro ordenó a los cuerpos de seguridad y a las autoridades competentes "investigar inmediatamente el incidente".
Asimismo, Abdelmahdi condenó de forma contundente el ataque contra la embajada de EE.UU. el martes en la madrugada y lo calificó de "crimen contra una misión diplomática en territorio iraquí", según Jalaf.
Pasada la medianoche de ayer, lunes, tres cohetes "katiusha" impactaron cerca de la legación, lo que hizo sonar las sirenas de alarma del edificio, ubicado en el perímetro de la fortificada Zona Verde en el centro de Bagdad y que aloja a todas las embajadas, sedes ministeriales y otros edificios gubernamentales.
La Célula de Información de Seguridad del Gobierno aseguró que no se produjeron víctimas.
Este ataque se produjo después de varias noches de aparente calma en Bagdad, que siguieron al lanzamiento de proyectiles casi diariamente desde comienzos del año debido a la tensión entre Washington y Teherán.
Cabe recordar que bases militares iraquíes en las que hay presencia de tropas estadounidenses también fueron blanco de ataques con cohetes, tras el asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo de EE.UU. en Bagdad la madrugada del 3 de enero.
Desde entonces la tensión entre ambas naciones se ha mantenido elevada en Irak, que también fue escenario de la represalia de Irán contra EE.UU. pocos días después, con el lanzamiento de misiles contra dos bases en las que se alojan destacadas fuerzas norteamericanas.
Luego de ambos ataques, la Embajada estadounidense fue atacada por miembros y simpatizantes de las milicias iraquíes chiíes Multitud Popular, a las que Washington responsabiliza de los ataques contra sus intereses en suelo iraquí, como el que costó la vida a un contratista de EE.UU. el pasado 27 de diciembre.
