A fines de 2014, el recién fallecido juez argentino Claudio Bonadio –con 51 denuncias en el Consejo de la Magistratura, la mayoría desestimadas- estaba segundo en la tabla de jueces controvertidos.
El abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) tuvo un paso por la administración pública en los 90', cuando fue asesor de Carlos Corach (en ese momento ministro del Interior de Carlos Menem), y luego su subsecretario de Asuntos Legales.
Tal y como reportó La Voz de Argentina, Bonadio, tras ser colaborador Corach a principios del primer Gobierno de Menem, llegó a la Justicia Federal en 1992.
Tiempo después, el renunciado ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, aseguró haber visto una servilleta escrita por el mismo Corach -su ex par de gabinete- con el nombre de los jueces federales "amigos" del Gobierno. En esa lista estaba Bonadio, por lo que desde ahí el nombre de "juez servilleta" nunca lo abandonó.
Además, Cavallo afirmó que vio y escuchó cómo Corach le pedía a Bonadio que archivara una causa suya por presunto enriquecimiento ilícito, reportó el sitio web Ámbito.
Fama de "implacable"
Tras conocerse el episodio de la servilleta, su popularidad aumentó en 2001, cuando mató a dos delincuentes con una Glock calibre 40 en una esquina de Buenos Aires, cuando lo abordaron para asaltarlo luego de salir de su vehículo, marca Audi.
A pesar de estar a cargo de la causa "traición a la patria" del atentado de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), un grupo de familiares de las víctimas no tiene una buena opinión sobre él. Esto, debido a que en 2005 el juez fue apartado del caso que investigaba el encubrimiento del atentado por "guardar" el expediente, para que no se vieran afectados los intereses de un grupo de poder. En ese caso estaba implicado su ex jefe, Corach.
En 2010, Bonadio fue acusado por el fiscal especial Alberto Nisman. "Se resalta la particular antipatía que el magistrado tendría para con mi accionar como fiscal en la investigación contra el atentado a la sede de la Amia", expresó Nisman en esos momentos.
Sus antecedentes con Cristina
Y en 2013, el recién fallecido magistrado pidió la captura del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por malversación de fondos. Asimismo, fue quien procesó y ordenó prisión preventiva a la actual vicepresidenta trasandina, Cristina Fernández, a la que también procesó en los casos "dólar futuro", "Los Sauces" y a la que investigaba actualmente por el caso "cuadernos de las coimas", donde indagaba los presuntos sobornos en las obras públicas.
Bonadio fue el magistrado a cargo de las causas más importantes de corrupción contra Fernández de Kirchner, su familia y funcionarios.
Según la defensa de Fernández, el juez cometió irregularidades cuando ordenó a la Policía Metropolitana de Buenos Aires un allanamiento en la sede de Hotesur, el 20 de noviembre de 2014. Esto, debido a que los agentes judiciales no tenían jurisdicción en el territorio en el que actuó, sostuvo el abogado.
Pocos meses después, fue sacado de la causa porque "violó el derecho a la defensa en juicio" de Romina Mercado y Lázaro Báez, y actuó con "parcialidad" al no dejar a los peritos de las partes revisar documentación.
Además, Bonadio pidió desaforar y detener a la vicepresidenta en varias oportunidades. Eso le valió al magistrado que Fernández –cuando aún era Presidenta- lo calificara como un "juez pistolero y extorsionador", tras su orden de allanar la inmobiliaria de su hijo, Máximo Kirchner, en Santa Cruz.
Este martes, el juez federal argentino de 64 años, falleció en su casa en Buenos Aires, producto de un tumor cerebral que lo aquejaba hace casi un año. Según reportó La Nación de Argentina, el Gobierno trasandino estaba buscando negociar la renuncia de Bonadio a su puesto.
