Unas 2.750 toneladas de nitrato de amonio estaban almacenadas en el depósito del puerto de Beirut que explotó este martes, provocando muertos y daños sin precedentes en la capital libanesa, según afirmó el primer ministro Hassan Diab.
Durante una reunión del Consejo de Defensa Superior, llevada a cabo tras las explosiones, la autoridad manifestó que "es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2.750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas".
"Esto es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema", añadió Hassan Diab en el encuentro, quien además aseguró que "no tendremos descanso hasta que encontremos a la persona responsable de lo sucedido para que rinda cuentas".
Por otra parte, el Consejo de Defensa Superior declaró Beirut como
"zona catastrófica" y decretó
estado de emergencia, que regirá durante dos semanas.
Al principio de la reunión, el Presidente del Líbano, Michel Aoun, calificó el hecho como "una gran catástrofe" y apeló a la "necesidad de investigar lo ocurrido y determinar los responsables, especialmente después de que informes de seguridad indicaran que había material explosivo e inflamable" en el puerto.
En tanto, el grupo chií libanés Hizbulá expresó en un comunicado que "la destrucción sin precedente y graves secuelas a nivel humano, sanitario, social y económico requieren que todos los libaneses y todas las fuerzas políticas y actores se solidaricen, se unan y trabajen para superar los efectos de esta desgracia cruel".
Asimismo, varios países árabes mostraron su solidaridad con el pueblo y el Gobierno libanés, y Catar, Kuwait y Egipto ofrecieron la ayuda que necesite en estos momentos el país de los cedros, que pasa por su peor crisis desde el final de la guerra civil (1975-1990).
Por su parte, la
Liga Árabe destacó en un comunicado la importancia de investigar lo sucedido y esclarecer la verdad, para que estos hechos no "exacerben" la crisis que ya atraviesa el país, según un comunicado del organismo con sede en El Cairo.
Este suceso, uno de los peores en la historia del país, llega a unos días de que se conozca esta semana el veredicto final del Tribunal Especial para el Líbano (TEL), encargado de juzgar el atentado con coche bomba que en 2005 acabó con la vida del ex primer ministro Rafik Hariri, el última gran ataque del que había sido escenario Beirut.
Ese tribunal internacional acusa del asesinato a varios miembros de Hizbulá, que están siendo juzgados en rebeldía.