Suga se ha comprometido a reducir las tarifas que fijan las compañías de telefonía móvil, un mercado acaparado principalmente por tres empresas (Docomo, Softbank y KDDI), una situación que ha descrito como un "oligopolio". Suga considera que estas tarifas son altas en Japón comparadas con las de otros países desarrollados y hay "mucho campo" para que se reduzcan los precios. Hace dos años llegó a sugerir un recorte en los precios en torno al 40%.
Suga ha lamentado que Japón no tenga suficiente desarrollo en la gestión pública y, por ejemplo, está promoviendo un uso mayor de un sistema de registro con un número para todos los japoneses y residentes en el país. En Japón no existe un documento de identidad único, pero el Gobierno ha creado un sistema ("MyNumber") que intenta unificar criterios. Suga quiere impulsar esa herramienta. "Si tengo mi tarjeta de 'MyNumber' puedo utilizarla a todas horas y todo el año sin necesidad de ir a oficinas públicas".
Suga quiere fortalecer el sistema de pymes en el país, que son cerca de 3,6 millones y que representan el 99,7% de todas las empresas niponas, según datos oficiales. Suga busca fomentar la integración de las pymes para fortalecer su posición en el marco de la actividad corporativa.
Suga se ha mostrado a favor de que el tratamiento por fertilidad esté cubierto por el seguro médico. Japón tiene una tasa de fertilidad muy baja (140 nacimientos por cada 100 mujeres) y sufre un progresivo envejecimiento de su población. En 2019, los mayores de 65 llegaron al nivel récord del 28,4%. Según el diario financiero Nikkei, un tratamiento de fertilidad puede llegar a costar más de un millón de yenes (unos 9.500 dólares) y muchas familias no pueden cubrir ese gasto.