APEl principal factor que puede retrasar las cosas este año es claro: millones de estadounidenses decidieron votar por correo en vez de arriesgarse a contraer el coronavirus en un lugar de votación. Y, en general, este tipo de votos toma más tiempo en ser contado.
Los encargados de la elección deben sacar las cédulas de los sobres, comprobar si existen errores y ordenarlos, antes de que puedan ser escaneados en el momento en que se cierran las mesas de votación para ser tabulados. En estados que tienen programas de votación por correo de larga data y bien establecidos, este proceso comienza a producirse incluso semanas antes del día de la elección, por tanto los resultados son entregados de forma rápida.
Sin embargo, el problema es que varios estados que no tenían este tipo de sistemas antes de este año, mantienen leyes que prohíben a las autoridades electorales a empezar a procesar las cédulas antes del día de la elección. Así, sin poder trabajar con antelación en preparar los votos para ser contados, no hay capacidad de procesarlos y tabularlos el mismo día de la elección, ya que también se deben considerar todos los electores que deciden marcar su preferencia asistiendo en persona a las urnas.
Existen tres estados considerados clave en esta elección que tienen este tipo de restricciones: Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. En estos estados, las legislaturas controladas por los republicanos se resistieron a las solicitudes de las autoridades electorales de actualizar las leyes para permitir un conteo más veloz. En el caso de Michigan, sí se autorizó a procesar los votos con 24 horas de anticipación, pero esto no sería suficiente. Por tanto, estos estados reportarán primero los votos realizados en persona por los electores, que se espera sean más favorables a Trump, y gradualmente actualizarlos con el voto por correo que tendría una tendencia más proclive al demócrata Joe Biden.
Sí, nunca ha existido una carrera presidencial en la historia en la que se hayan contado todos los votos esa misma noche. Simplemente no es físicamente posible contar de forma rápida tantos votos, algo así como 150 millones de papeletas, en la noche del 3 de noviembre.
Medios de comunicación, incluyendo a la agencia Associated Press, declara ganadores en distintas carreras -presidencial, congresistas, gobernadores, etc.- en base a los resultados parciales, encuestas entre votantes y otras fuentes de datos políticos.
Sin embargo, en una carrera cerrada, se necesita un mayor conteo de votos antes que AP u otro medio pueda dar con certeza por ganador a un candidato u otro.
EFEEs posible. No todos los estados clave tienen un conteo lento. Por lo tanto, si varios de los estados clave entregan sus resultados rápidamente, un candidato podría alcanzar la mayoría de los votos electorales, incluso sin saber quién ganó en Wisconsin, Pennsylvania o Michigan. Esto tiene mayor probabilidad si es que las carreras en estos estados son menos cerradas de lo que algunos estiman.
Este es un escenario que pone muchos ojos en Florida. El estado permite que los votos por correo sean procesados 22 días antes de la elección para acelerar su conteo. Es además el estado más grande de los considerados "bisagra". Por tanto si la carrera no fuese cerrada -lo cual es un gran condicional en un estado con historia de resultados apretados- podría existir un conteo casi completo para la medianoche estadounidense. Y si Trump llegase a perder en Florida, sería muy difícil para el republicano alcanzar los 270 votos electorales que se necesitan para ganar la elección.
Otros dos estados sureños disputados -Carolina del Norte y Georgia- también pueden procesar los votos por correo con antelación. Ambos son considerados estados críticos para Trump. Sin embargo, al contrario que Florida, ninguno de los dos tiene un historial de manejo de grandes cantidades de votos emitidos por correo. Por tanto, es difícil tener claro de cuán rápido podrán contar esos votos.
Finalmente, Iowa y Ohio también permiten el procesamiento anticipado de los votos enviados por correo. Trump ganó en ambos el 2016, pero los demócratas creen que Biden es competitivo como para darlos vuelta. Los resultados en esos dos estados podrían dar señales de lo que ocurra en los otros lugares que demoran más en contar las papeletas.
AFPEl flujo de los resultados podría resultar desorientador este año. Esto es porque los dos partidos han votado de maneras distintas: los demócratas lo han hecho en gran parte a través del envío de papeletas por correo, mientras que Trump ha llamado a los republicanos a asistir a las urnas el día de la elección.
Dependiendo del tipo de voto que se reporte, los enviados por correo, los anticipados de forma presencial o los registrados el mismo día, los resultados podrían tener una tendencia hacia un candidato que no necesariamente sea definitiva.
En general, los estados que procesan tempranamente los votos anticipados -Florida, Georgia, Ohio y Carolina del Norte- primero entregarán los resultados de lo que llegó vía correo, por tanto podrían tender una tendencia a favor de los demócratas. Pero en los estados donde se cuenten primero los votos realizados el mismo día en los locales de votación, tendrían una inclinación hacia los republicanos. Por tanto, los primeros resultados podrían ser muy favorables para los demócratas, aunque con el pasar de las horas los republicanos mejorarían su votación.
Bajo la misma lógica, los primeros patrones podrían darse vuelta en los estados clave de Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Aquí el reporte inicial debiese ser más favorable para los republicanos, pero una vez que se cuenten los votos por correo -en las horas e incluso días posteriores al cierre de las urnas- se producirían mejores resultados para los demócratas.