El congreso es el máximo órgano de toma de decisiones del Partido de los Trabajadores o Choson Rodongdang.
Kim Jong-un, su presidente, determinará las decisiones claves del día a día junto con los miembros de su círculo más íntimo, pero las responsabilidades del congreso incluyen la formulación de nuevas políticas, balances de proyectos pasados, revisiones de las regulaciones del partido y una reorganización de las posiciones de los funcionarios.
El congreso de este año es el octavo desde que el abuelo de Kim, Kim Il-sung —quien tuvo seis antes de morir— celebró el primero en 1945. Ante esto, algunos expertos dicen que la política de "lo militar primero" de Kim Jong-iI ayudó a socavar la influencia del Partido de los Trabajadores durante sus 17 años de gobierno.
Años después Kim Jong-un revivió el congreso en 2016, como parte de sus esfuerzos por aumentar la autoridad del partido y consolidar su control del poder. Fue el primero desde 1980, cuatro años antes de su nacimiento. Aún así, no está claro cuánto durará el congreso de este año. En 2016 se reunieron durante cuatro días, en 1980 por cinco y en 1970 por doce.
Las reglas anteriores del partido requerían que Corea del Norte celebrara un congreso cada cinco años, pero las pautas revisadas en 2010 no especifican con qué frecuencia se debe convocar. Algunos expertos dicen que Kim necesita “una gran reunión estatal” como esta, para trazar una nueva visión para la nación y fortalecer la lealtad pública en un momento difícil para el gobierno.
El cierre de las fronteras de Corea del Norte durante un año para protegerse contra el covid-19 hizo que su volumen comercial con China —su mayor socio— se desplomara en aproximadamente un 80% en los primeros once meses de 2020. Asimismo, los tifones e inundaciones del verano pasado destruyeron cultivos, casas e infraestructura en todo el país. Pyongyang, la capital, ha dicho que las persistentes sanciones dirigidas por EE.UU. contra su programa de bombas nucleares están destinadas a “estrangular y sofocar” al país.
Mismo tono acuñó Kim en octubre. Durante un discurso público, que marcó el 75º aniversario de su partido, el mandatario se defendió con lágrimas y agradeció a su gente por soportar el triple golpe a la economía. “En este planeta, en la actualidad, nuestro país es el único que se enfrenta a (tales) enormes desafíos, como hacer frente a la emergencia antiepidémica y recuperarse de los desastres naturales catastróficos, cuando todo escasea debido a las sanciones duras y prolongadas”, expresó.
En esta línea, Corea del Norte, que tiene una infraestructura médica quebrada y una pobreza profunda, ha tomado algunas de las medidas antivirus más duras del mundo y afirma estar libre del covid-19. Una declaración ampliamente cuestionada por los expertos extranjeros.
De igual forma los especialistas dicen que Kim comparte un alto nivel de responsabilidad por los problemas económicos. El “supremo” ha dicho repetidamente a su pueblo que las armas nucleares son una “poderosa espada preciada” que se necesitan debido a la persistente hostilidad de la Casa Blanca. Sin embargo, una serie de pruebas de armas de alto perfil realizadas en los últimos años ha llevado a sanciones más duras y están agotando gradualmente las reservas de divisas de Corea del Norte.
Durante el congreso de este mes, Corea del Norte ha dicho que anunciará nuevos objetivos de desarrollo económico para los próximos cinco años.
El miércoles pasado, los medios estatales dijeron que la reunión del congreso está destinada a “discutir y decidir sobre una nueva línea de lucha y políticas estratégicas (...) para dar un salto radical en el desarrollo del partido y la construcción socialista”. Una declaración anterior del Partido de los Trabajadores dijo que sus “objetivos previos para mejorar la economía nacional se han retrasado seriamente”.
Algunos observadores dicen que Corea del Norte puede verse obligada a apuntar objetivos modestos de este congreso porque debe continuar enfocándose contra la pandemia del coronavirus. Otros dicen que recientemente completó una “campaña de productividad” de 80 días, y que se podría pedir más iniciativas de este tipo para presionar a su gente a aumentar la mano de obra.
Situándose en el evento, se espera que durante varios discursos Kim repita su compromiso con su programa de desarrollo nuclear, pero puede deslizar su voluntad a comprometerse con la administración entrante de Biden y su rival del Sur. Anteriormente, los medios estatales del líder habían llamado al demócrata “un perro rabioso” y se han mantenido en silencio sobre su victoria electoral.
Otros posibles movimientos en el congreso, según los expertos, incluyen que Kim obtenga un nuevo puesto de alto perfil como “generalísimo”: un título que ostentaron su difunto padre y su abuelo. De igual forma, su influyente hermana, Kim Yo Jong, podría ser nombrada miembro del poderoso partido, con el fin de reforzar el gobierno de la familia.