El impulso para una enmienda que detalla los planes de sucesión presidencial nació tras el asesinato del exmandatario John F. Kennedy en 1963. Dos años después, su sucesor Lyndon B. Johnson prometió "proponer leyes para asegurar la necesaria continuidad del liderazgo en caso de que el Presidente quede discapacitado o muera". La normativa fue aprobada por el Congreso en 1965 y ratificada en 1967.
Sí. Los presidentes han cedido temporalmente el poder, aunque esos casos han sido generalmente breves y voluntarios. Por ejemplo: en 2002, George W. Bush se convirtió en el primero en utilizar la Sección 3 de la enmienda, para transferir temporalmente la administración al vicepresidente Dick Chenny, mientras estaba anestesiado para una colonoscopia. Sin embargo, la Sección 4 de la enmienda, que permite al gabinete declarar "no apto" al Presidente, nunca ha sido invocada.
La Sección 4 de la Enmienda 25, declarada por el vicepresidente y la mayoría del gabinete, establece lo que sucede si el Presidente no puede cumplir con sus deberes. Tras invocarla, se envía una carta al presidente de la Cámara y al presidente pro tempore del Senado. Posteriormente, el vicepresidente -en este caso Mike Pence- se convierte en el Presidente interino.
¿Qué podría hacer Trump si invocan esta sección de la enmienda? El actual Presidente puede enviar su propia carta diciendo que está en condiciones de servir. No obstante, si el vicepresidente y la mayoría del gabinete no están de acuerdo, pueden enviar otra carta al Congreso en cuatro días. Entonces el pleno tendría que optar. Si ambas cámaras votan que no está listo, por dos tercios de los votos, el republicano quedaría fuera de la Casa Blanca.
La Sección 4 de la Enmienda 25 también le da al Congreso el poder de establecer un "organismo" que puede -con el apoyo del vicepresidente -declarar que el mandatario no puede hacer su trabajo. En este caso, si están de acuerdo en que Trump no es apto, Pence tomaría su lugar.
Hasta el momento, el Congreso nunca ha creado este organismo. En octubre, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata de California, anunció una legislación que proponía armar una comisión para desempeñar este papel. Este proyecto establecería una comisión bipartidista de 16 miembros elegidos por los líderes de la Cámara y el Senado. Incluiría cuatro médicos, cuatro psiquiatras y ocho figuras públicas jubiladas, como expresidentes, vicepresidentes y secretario de Estado.
A continuación, esos miembros seleccionarían a un integrante número 17 para que actuara como Presidente. Una vez que la comisión estuviera en su lugar, el Congreso podría aprobar una resolución que requiera que los miembros examinen al Presidente, determinen si está incapacitado y lo informen.