Oscar Charles tuvo un rol distinto durante tres Juegos Olímpicos consecutivos en la competencia de waterpolo.
Nacido como Oszkar Csuvik en Hungría, ayudó al equipo nacional de su país a obtener el bronce en Londres 1948. En ese lugar desertó para mantenerse en el Reino Unido y evitar volver al régimen comunista que existía en su país. Dos años después, emigró a Australia y se convirtió en el entrenador de su equipo para los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.
Cuando los juegos llegaron a Australia en Melbourne 1956, la apertura se produjo tres semanas después de que las fuerzas de la Unión Soviética invadieran Hungría para reprimir un levantamiento. Charles entonces trabajaba como comentarista radial y estaba presente en el famoso partido conocido como "Sangre en el agua", en el que Hungría derrotó por 4-0 a la Unión Soviética un encuentro recordado por su violencia.
A Charles "se le impidió saltar a la piscina", según el obituario escrito por un diario australiano en 2008.
Realizados en el verano del hemisferio sur, los juegos de Melbourne comenzaron el 22 de noviembre de 1956. Hungría, invadida por fuerzas soviéticas, envió más de 100 atletas, incluyendo a la famosa gimnasta Agnes Keleti, quien ganó dos medallas de oro y dos de plata, antes de desertar en Australia.
Keleti se sumó a docenas de atletas de Europa del Este que se rehusaron a regresar a casa. Estados Unidos autorizó acoger al menos a 40 atletas olímpicos, incluyendo 35 pertenecientes al equipo húngaro en Melbourne.
Keleti se fue a Israel, donde vivió hasta hace seis años atrás. Ahora de vuelta en Hungría, cumplió 100 años en enero y es la campeona olímpica viva más longeva.
Desertar a los Estados Unidos para algunos es una posibilidad atractiva y Atlanta ofreció esa oportunidad. Raed Ahmed, quien portó la bandera de Irak durante la ceremonia inaugural, se escapó de la villa olímpica luego de competir en el levantamiento de pesas. Quería alejarse del régimen de Saddam Hussein.
El beisbolista Rolando Arrojo ayudó a Cuba a obtener la medalla de oro en los juegos de Barcelona 1992 y se estaba preparando para defender el título en Atlanta. Sin embargo, eludió la seguridad de su equipo en el hotel y al poco tiempo fue llamado "Judas" por parte de Fidel Castro. Dos años después, como miembro del equipo Tampa Bay Devil Ray, se convirtió en una estrella de la MLB, la liga profesional estadounidense.
Ayouba-Ali Sihame fue la única nadadora representando a la isla africana de Comoros en Londres. Tenía 17 años y abandonó la villa olímpica después de competir en los 100 metros estilo libre.
Shihame luego dijo que temía volver a casa y ser vendida por su familia a un matrimonio forzado con un hombre mucho mayor. La joven dijo que su familia quería obtener beneficios económicos por su estatus de celebridad como competidora olímpica.
Esos detalles salieron a la luz en un tribunal inglés en 2013, cuando se le condenó por uso de un pasaporte falso con el que intentó entrar a Francia. Sus abogados dijeron que buscaría asilo luego de cumplir su sentencia, ya que no sabía que era algo que podía pedir legalmente mientras estaba en los Juegos Olímpicos.
Varios atletas africanos también desaparecieron en el Reino Unido, mientras tenían visas válidas por seis meses por su participación en los Juegos Olímpicos.