Keir Starmer, líder laborista. De perfil más centrista que su antecesor Jeremy Corbyn, el dirigente ha logrado impulsar a un partido que estaba sumido en profundas divisiones.
EFE
La renuncia de
Liz Truss sin dudas que marca un hito en la política británica. La hasta hoy Mandataria deja Downing Street 10 con el triste récord de ser el primer ministro que menos días ha durado en el cargo.
Su salida evidencia la profunda crisis que vive Reino Unido y particularmente el Partido Conservador, que en las últimas semanas ha perdido su capital político de forma dramática, potenciando la popularidad del opositor
Partido Laborista, que ve en este momento la ocasión perfecta para volver a ser gobierno después de 12 años.
Desde que terminó el gobierno de Gordon Brown en 2010, los laboristas han pasado duros momentos como oposición, con un sinnúmero de divisiones internas y malos resultados, mientras que en la vereda contraria la hegemonía aumentaba. Eso hasta ahora.
Factor importante en esta alza del laborismo es
Keir Starmer, quien en 2020 sucedió en el liderazgo del partido a
Jeremy Corbyn. A diferencia de su antecesor, de un marcado perfil izquierdista, el dirigente opositor es de una línea mucho más al centro, lo que le ha permitido acercarse a un sector moderado, sin dejar de oponerse férreamente a los conservadores.
Sus inicios al mando de un partido profundamente dividido fueron más que difíciles, pero gradualmente fue ganando confianza y ahora se perfila como el gran líder británico de cara a las elecciones generales de 2025.
Y así lo demuestran los números. Ya el 29 septiembre, el Partido Laborista marcaba un 54% en intención de voto según un estudio de YouGov para el diario británico The Times, frente al 21% de los conservadores. Una abrumadora diferencia de 33 puntos que no se veía desde finales de los años 90.
Según YouGov, la ventaja se explica sobre todo por la proporción de electores que habían votado a los conservadores en los comicios de 2019 -en aquel entonces liderados por Boris Johnson- y que ahora se declaran dispuestos a votar por los laboristas (un 17%).
Estos también se benefician de la indecisión de esos mismos electores (26%) y de la caída en intención de voto de los liberales-demócratas.
Estas cifras, ciertamente, deberían aumentar tras la renuncia de Liz Truss, luego del fracaso de sus medidas económicas.
La urgencia de tener elecciones
Con estos números, el panorama para el principal partido opositor es auspiciante. Pero hay un problema: las elecciones generales son recién en enero de 2025 y, como es bien sabido, en política ese lapso puede ser eterno y el escenario puede cambiar rotundamente.
No obstante, son varias las voces opositoras, no solo del laborismo, que están exigiendo comicios adelantados tras la renuncia de Liz Truss. Aseguran que, luego de la salida de Boris Johnson y ahora de la ex canciller, la situación es insostenible para un Partido Conservador que gozó de una tremenda popularidad hace solo tres años.
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El Partido Conservador ha demostrado que ya no tiene mandato para gobernar. Después de 12 años de fracaso conservador, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos", aseguró Keir Starmer el jueves, tras conocerse la salida Truss.
En su declaración, el líder laborista resaltó que en los últimos años los conservadores "destrozaron nuestras instituciones y crearon una crisis del costo de vida" y acusó al partido en el Gobierno de haber "derruido la economía".
Los conservadores, agregó, "no tienen mandato para someter al país a otro experimento más".
Los británicos, subrayó Starmer, "deben tener la oportunidad de
comparar el caos de los conservadores con los planes laboristas para solucionar su desorden, hacer crecer la economía para los trabajadores y reconstruir el país para un futuro más justo"
"Debemos tener la oportunidad de un nuevo comienzo. Necesitamos elecciones generales, ahora", insistió.
De momento, las elecciones adelantadas son un anhelo prácticamente imposible para el laborismo, ya que no cuenta con mayoría parlamentaria. Si el escenario sigue así, habrá que esperar al menos dos años. Pero, nunca se sabe.
