La
justicia española desestimó la demanda presentada contra la diputada del Partido Popular (PP, derecha)
Cayetana Álvarez de Toledo, por tratar públicamente al ex vicepresidente español
Pablo Iglesias de "hijo de terrorista", y que había sido ingresada precisamente por el padre del fundador de Podemos,
Francisco Javier Iglesias.
La acción judicial pedía una compensación de 18.000 euros por el delito contra el derecho al honor y que la condena se publicara en dos periódicos de circulación nacional. Esto, luego de que la diputada conservadora se refiriera al ex dirigente izquierdista como "el hijo de un terrorista", primero en una intervención en el Congreso y luego en una entrevista al diario ABC en mayo de 2020.
Álvarez de Toledo hacía alusión al rol de Javier Iglesias como miembro del
Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), movimiento armado que operó en la década de 1970, en los últimos años de dictadura franquista, y al que se le adjudican seis muertes, entre ellas, el asesinato de un subinspector de policía en 1973.
De este modo, en noviembre pasado se llevó a cabo el juicio, donde la misma Álvarez de Toledo señalaba que "he venido a declarar que La Tierra es redonda" y remarcó que no hay nada de grave en decir que "una persona que militó en una organización terrorista puede ser calificada como terrorista sin que se atente contra el honor de nadie", ya que "el FRAP es una organización terrorista".
En esa audiencia, y según remarcaron medios españoles, la Fiscalía ya se había desmarcado y pidió que se archivara la causa, entendiendo que la libertad de expresión debe prevalecer sobre el derecho al honor.
Esto fue respaldado por la magistrada Guillerma Mongil del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Zamora, quien este miércoles desestimó la acción judicial y condenó en costas al demandante, según reporta ABC. En su fallo, la jueza enfatizó que "el derecho al honor se encuentra limitado por las libertades de expresión e información".
En esa línea, agrega el mencionado medio, Mongil aseguró que la cuestionada frase de Álvarez de Toledo
"tiene una indudable relevancia pública" e "interés general", y se enmarca en "el contexto general y clima de discusión política en el que tiene lugar, así como el enfrentamiento dialéctico y político" con el propio Pablo Iglesias, quien antes había catalogado a la congresista como
"señora marquesa", a raíz de los títulos nobiliarios de su familia.
La magistrada también afirmó que la entrevista de la congresista al diario ABC -en la cual se basó la demanda- "contiene expresiones u opiniones basadas en las propias manifestaciones" de Pablo y Francisco Javier Iglesias, "así como en los datos fácticos" sobre la pertenencia de este último al FRAP, tal como él mismo lo reconoció en otra publicación.
Es por ello que la jueza aseguró que "no se puede presumir el perjuicio y menos la existencia de un daño moral indemnizable". El fallo, de todos modos, puede ser recurrido ante la Audiencia Provincial de Zamora en un plazo de tres semanas.
Una larga historia
La resolución fue celebrada por Cayetana Álvarez de Toledo en su cuenta de Twitter: "En estos tiempos en que las palabras se retuercen hasta el vacío, la Justicia ha dictado que se puede llamar a las cosas por su nombre. Incluso terrorista al militante de una organización terrorista", escribió.
Se suma así
un nuevo capítulo a la larga novela de declaraciones cruzadas entre Álvarez de Toledo y Pablo Iglesias, dos adversarios políticos que se han dicho de todo en los últimos años. Uno de los enfrentamientos más recientes fue durante la visita de la diputada a Chile en octubre pasado, donde emplazó al Presidente Gabriel Boric: "Creo que
debería hacerle menos caso al español Pablo Iglesias. Es un hombre que fracasó como vicepresidente, que no aguantó la presión ni la responsabilidad del cargo. Que prefiere el tuit, la tertulia y la arenga revolucionaria -es decir, el toreo de salón- a la tarea sobria, adulta y ardua del gobernante".
"Para gestionar un país hay que tener un grado mínimo de madurez y no comportarse como un adolescente a perpetuidad, y me temo que a estos dos amigos les falta ese hervor", agregó.
La respuesta de Iglesias fue instantánea: "No soy representante público ni tengo ningún cargo de partido. Solo dirijo un podcast. Es todo un honor estar en las oraciones y pensamientos de tantos ultraderechistas de España, de Chile y de la aristocracia... Algo debemos estar haciendo bien si hablan tanto de nosotros", tuiteó.
