Polémica causó en
Francia el gesto del Presidente
Emmanuel Macron, acusado de "esconder" el
reloj de lujo que portaba en plena entrevista televisiva, en medio de un complejo escenario de tensión en el país europeo producto de la impopular
reforma previsional aprobada por decreto por el Mandatario, que desató una serie de protestas en su contra.
El hecho ocurrió el jueves, durante una entrevista que el gobernante dio a la cadena TF1, a raíz de la reforma previsional. En un momento, Macron bajó sus brazos de la mesa y, segundos después, los volvió a levantar. Tras esta acción, los televidentes notaron que ya no portaba su reloj en la muñeca izquierda.
De acuerdo con medios de prensa, el objeto correspondía a la marca
Bell & Ross y estaría avaluado en
80.000 euros. De ahí vino una serie de especulaciones: según los internautas,
el Presidente francés "escondió" el reloj al notar que se trataba de un objeto de lujo, justo cuando pedía un "esfuerzo" ciudadano en torno a la regorma previsional.
La escena, que ha tenido más de 1,5 millones de reproducciones en Twitter, generó tanta polémica que el Palacio del Elíseo tuvo que salir a aclarar los hechos y calificar la información como "un perfecto ejemplo de fake news".
Según el Gobierno francés, Macron se sacó el reloj en la entrevista luego de golpear la mesa con este objeto, como bien se puede escuchar en el video. Asimismo, aclararon que el gobernante portaba un reloj Bell & Ross personalizado con el escudo de la Presidencia y que lo ha usado en varias ocasiones hace más de año y medio, como en su gira a Estados Unidos o en la final del Mundial de Qatar en diciembre pasado.
Asimismo, desde el Elíseo remarcaron que
"obviamente" el reloj no cuesta los 80.000 euros que se decía en redes sociales y aclararon que su precio es mucho menor, gracias a una alianza entre la marca y el Estado francés, y no pasaría de los 3.000 euros.
Todo esto ocurre en medio del complejo escenario que se vive en Francia, luego de que Macron aprobara por decreto su polémica reforma previsional, que entre otras cosas retrasa la edad de jubilación a 64 años. Esto desató numerosas protestas y críticas de la oposición francesa, que presentó dos mociones de censura contra el Gobierno, las que finalmente no prosperaron.