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¿Qué está pasando en Etiopía?: La convulsa situación del país donde atacaron al equipo de "Socios por el mundo"

En 2020 se dio inicio a una cruenta guerra entre las tropas federales y las de la región de Tigray. Asimismo, la relación con la vecina Somalia no pasa por un buen momento.

22 de Mayo de 2024 | 14:35 | Por Ramón Jara A., Emol
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El ataque en Etiopía al equipo del programa "Socios por el mundo" -liderado por Francisco "Pancho" Saavedra y Jorge Zabaleta- que provocó la muerte del guía español Toni Espadas, generó profunda conmoción y abrió los ojos a la comunidad chilena sobre la convulsa situación que vive el país africano, enmarcado en profundas rencillas internas.

Ubicado en el Cuerno de África, Etiopía es el segundo país más poblado de este continente, con cerca de 116 millones de habitantes. Su capital es Addis Abeba y también alberga la sede de la Unión Africana. Históricamente es conocido por ser la tierra de origen del emperador Haile Selassie, figura central del movimiento rastafari.

Este país, además, se caracteriza por la existencia de al menos 80 grupos étnicos, siendo los más numerosos los oromo, amhara, somalíes y tigray.

Tras la independencia de Eritrea en 1993, Etiopía dejó de tener una salida al mar. Hoy en día, la condición de país sin litoral ha golpeado a esta nación, al punto que ha tomado controvertidos acuerdos con regiones separatistas para poder lograr un acceso a la costa.

En materia económica, se considera a este país como la quinta mayor economía en África en términos de PIB nominal. De acuerdo con datos del FMI, casi el 70% de su población trabaja en el sector agrícola.

Con todo, Etiopía es reconocido como uno de los países más pobres del mundo, con una renta per cápita de 1.027 dólares, según datos del Banco Mundial.

A nivel político, este país cuenta con un sistema parlamentario, donde el Poder Ejecutivo recae en el Gobierno de la Federación, cuyo primer ministro es escogido por la Cámara de Representantes, cuyos miembros a su vez son elegidos por votación popular. El Gobierno lo lidera desde 2018 el ingeniero y militar Abiy Ahmed Ali.


Una guerra mortal


Tras la caída del comunismo en 1991, el Gobierno etíope quedó en manos de la coalición Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope, dominado en ese momento por el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), proveniente de la región del mismo nombre. Este partido, según la ficha elaborada por la Cancillería española, introdujo el principio de "federalismo étnico", que se tradujo en "una mayor etnización de la sociedad y de la política etíopes".

Años después, en 2015, comenzó una serie de protestas encabezadas por la mayoritaria etnia oromo, que concluyeron con la llegada al poder en 2018 de Abiy Ahmed Ali, primer oromo en ocupar este cargo. El Mandatario comenzó así un proceso de transición democrática y liberalización económica, centrado también en eliminar la división étnica.

Tras su salida del poder, el TPLF se mostró como una fuerza disidente y desconoció al gobierno de Abiy en la región de Tigray, al punto de que en septiembre de 2020 celebró elecciones declaradas ilegales con la intención de formar un gobierno de facto.

Así, el 4 de noviembre de 2020, el Gobierno etíope anunció el inicio de una ofensiva militar en Tigray al asegurar que las fuerzas militares en la región habían sido atacadas por miembros del TPLF. Esto dio inicio a un intenso conflicto armado que generó una profunda crisis humanitaria en esta zona de 6 millones de habitantes.

Además de los enfrentamientos entre las milicias del Tigray y el Ejército etíope, las autoridades nacionales bloquearon la región, lo que impidió la entrada de ayuda humanitaria a la población civil. "Se usó el hambre como arma de guerra", indicó al diario español El País el investigador Jan Nyssen, de la Universidad de Gante (Bélgica).

Los datos son estremecedores. Según cifras de organizaciones internacionales, la guerra de Etiopía ha provocado la muerte de cerca de 600.00 civiles y más de un millón de desplazados, quienes huyeron principalmente a Eritrea.

Todo acabó con el acuerdo de paz firmado el 2 de noviembre de 2022, con la mediación de la Unión Africana. Ahí, se pactó el fin de los combates y el bloqueo de Tigray, el desarme del TPLF, la entrada de ayuda humanitaria y el restablecimiento de los servicios esenciales.

Sin embargo, los conflictos continúan. En virtud del acuerdo de 2022, las fuerzas de la región de Amhara -que apoyaron a las tropas federales durante el conflicto- debían retirarse de la zona de Raya Alamata, pero continúan ahí. Esto originó nuevos enfrentamientos con las fuerzas de Tigray.

Otro problema que afecta a Etiopía es la presencia del grupo yihadista Al Shabab, movimiento aliado de Al Qaeda que ha intentado avanzar desde la vecina Somalia protagonizando diversos atentados.

Un controvertido acuerdo


A nivel de política exterior, el escenario tampoco es tranquilo para Etiopía. Precisamente, la región del Cuerno de África es reconocida por ser una de las zonas más inestables del continente. El avance de Al Shabab en Somalia preocupa a las autoridades etíopes, que han tomado una serie de medidas de seguridad para contener al grupo yihadista.

Pero hay otro conflicto que es seguido con atención en la zona. A principios de este año, se conoció de un acuerdo entre el Gobierno de Etiopía y las autoridades de Somalilandia, una región separatista de Somalia que sólo es reconocida como país independiente por Taiwán, que permitiría al primer país acceder al mar.

Este pacto considera la concesión a Etiopía de 20 kilómetros de acceso al Golfo de Adén y al Mar Arábigo en territorio de Somalilandia a través del puerto de Berbera, por un periodo de 50 años. A cambio, "Etiopía reconocerá formalmente la República de Somalilandia", según aseguró Muse Bihi Abdi, líder de este territorio que en 1991 proclamó unilateralmente su independencia de Somalia.

Además, de acuerdo con DW, Etiopía busca arrendar terreno de Somalilandia para construir una base naval. Este territorio será pagado con acciones de la aerolínea Ethiopian Airlines.

"Somalilandia forma parte de Somalia según la Constitución somalí, por lo que Somalia considera esta medida una violación flagrante de su soberanía y unidad", aseguró el Gobierno somalí en un comunicado.

Así las cosas, una escalada del conflicto es vista con atención en toda África: cualquier enfrentamiento puede ocasionar una catástrofe mayor.
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