Comenzaba la semana y las informaciones sobre
la muerte de tres supuestos testigos protegidos en Lampa y Ovalle encendían las alarmas en todo el país. Y si bien tanto la Fiscalía como las autoridades de Gobierno descartaron de plano que las víctimas gozaran de tal calidad, las interrogantes sobre la efectividad de este programa en Chile no se hicieron esperar. Y como en todo orden de cosas las comparaciones son inevitables, no faltaron quienes recordaron cómo funciona este sistema en
Estados Unidos, probablemente el país "modelo" en esta temática.
Lo que empezó como un programa para proteger a las víctimas de la mafia -que generalmente también formaban parte de estas agrupaciones- en 1971, con el tiempo fue tomando forma y se convirtió en una herramienta más que útil para obtener información trascendental sobre grupos criminales y lograr desbaratarlos.
Detrás del llamado
Programa Federal de Protección de Testigos (WITSEC, por sus siglas en inglés) está el abogado
Gerald Shur, entonces funcionario del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En esa época, las mafias constantemente asesinaban a quienes testificaban en su contra, logrando que muchas personas se negaran a prestar testimonio, complicando las investigaciones.
Ante este problema, "se me ocurrió que debíamos tener una forma en que, si una persona estuviese en peligro debido a su testimonio, pudiéramos sacarla de allí, y en un segundo", explicó Shur en una entrevista a CNN en 2013.
Así, han pasado 53 años desde la implementación de este programa, que hasta el día de hoy ha protegido a más de 19.000 personas, entre testigos y sus familias, según los datos oficiales.
"Se me ocurrió que debíamos tener una forma en que, si una persona estuviese en peligro debido a su testimonio, pudiéramos sacarla de allí, y en un segundo"
Gerald Shur, creador del Programa de Protección de Testigos de EE.UU.
"El exitoso funcionamiento de este programa es ampliamente reconocido por proporcionar una herramienta única y valiosa en la batalla del Gobierno contra el crimen organizado y el terrorismo", afirma por su parte en su sitio web el
Servicio de Alguaciles de Estados Unidos (USMS, por sus siglas en inglés), institución encargada de la seguridad y protección de los testigos y sus familias.
Con todo, este programa ha tenido sus complicaciones y también ha debido adaptarse con el paso del tiempo.
Función y requisitos
De acuerdo con el Servicio de Alguaciles, el Programa de Protección de Testigos "garantiza la seguridad, protección y salud de los testigos del gobierno y sus familiares autorizados, cuyas vidas están en peligro como resultado de su cooperación con el gobierno de Estados Unidos".
Quienes deseen ingresar al programa deben llenar un formulario para luego ser sometidos a un test psicosocial y a una exhaustiva investigación por parte de la agencia policial patrocinadora, la Fiscalía, el Servicio de Alguaciles y la Oficina de Operaciones de Cumplimiento del Departamento de Justicia de EE.UU., que es la que toma la decisión final.
El Departamento de Justicia, además, establece
cinco casos en los que se puede considerar la aceptación de un testigo en este plan, considerando el tipo de delito que se está investigando.
Los testigos elegibles tienen que estar involucrados en investigaciones sobre: "cualquier delito definido en el Título 18, Código de los Estados Unidos, Sección 1961 (crimen organizado y crimen organizado); cualquier delito de tráfico de drogas descrito en el Título 21 del Código de los Estados Unidos; cualquier otro delito federal grave por el cual un testigo pueda proporcionar testimonio que pueda someter al testigo a represalias mediante violencia o amenazas de violencia; cualquier delito estatal que sea de naturaleza similar a los establecidos anteriormente; y ciertos procedimientos civiles y administrativos en los que el testimonio prestado por un testigo puede poner en peligro la seguridad de dicho testigo".
Una vez que ingresan al programa, los testigos y sus familiares son reubicados en un lugar conocido únicamente por el Servicio de Alguaciles (USMS) que no debe ser comunicado ni al abogado de los beneficiados con el programa ni al agente del caso.
19.000personas se han acogido al Programa de Protección de Testigos de EE.UU.
El USMS, además, se encarga de buscarle al testigo un puesto de trabajo, brindar asistencia para encontrar un hogar, proporcionar una ayuda económica inicial para la subsistencia y gastos básicos (un promedio de 60 mil dólares al año según medios de prensa) y la prestación de asesoría psicosocial.
La mencionada entidad también brinda protección 24/7 cuando los testigos se encuentren "en un entorno de alto riesgo", incluidos los juicios y otras comparecencias ante la justicia.
Los beneficiarios también adquieren un nuevo nombre, el cual es elegido por ellos mismos. No obstante, Gerald Shur en su libro "WITSEC: Inside the Federal Witness Protection Program" recomienda a las personas mantener sus iniciales originales o el mismo nombre de pila.
También pueden acogerse a este programa aquellos testigos que ya se encuentren en prisión y requieran de protección tras las rejas, siempre y cuando cumplan con los requisitos antes mencionados. En este caso, los postulantes no pasarán por una evaluación psicológica pero sí deberán someterse a un test de polígrafo. Asimismo, los beneficiarios también podrán pedir la protección de su familia que no se encuentre en prisión.
En el caso de aquellas personas que trabajan como informantes, su seguridad es responsabilidad de la agencia investigadora que lo utiliza y sólo es elegible para ingresar al Programa de Seguridad de Testigos si también es "un testigo de buena fe", de acuerdo con el Departamento de Justicia.
Complicaciones y testimonios
Por razones obvias, la información pública que se maneja sobre este programa es escasa. "Nadie sabe qué hacemos para proteger a los testigos, y es bueno para nosotros", afirmaba en 2013 a CNN el entonces director asociado de operaciones del USMS, David Harlow.
Se sabe que la gran mayoría de las personas que forman parte de este programa eran miembros de agrupaciones criminales y/o terroristas que testificaron a cambio de reducciones de sentencias o retiro de cargos.
Así lo afirmaba el propio creador del programa, Gerald Shur, en CNN hace once años atrás: "El noventa y cinco por ciento de ellos son lo que llamamos criminales. No todos son asesinos o miembros de los Hell’s Angels o de la mafia, pero hay gente que hace negocios con criminales", apuntó.
Respecto a la efectividad de este programa, el USMS asegura en su portal web que "ningún participante del programa que haya seguido las pautas de éste ha resultado herido o muerto", sin embargo, hay cuestionamientos sobre el cumplimiento de este plan y la escasa supervisión que hay después de que los testigos son reubicados.
También son pocos los casos conocidos de testigos protegidos en la historia de Estados Unidos. Uno de los más mediáticos fue el de Henry Hill, integrante del clan Lucchese en Nueva York cuyo caso fue retratado en la célebre película "Los Buenos Muchachos" y que pasó dos años como testigo protegido con su esposa e hijos antes de revelar su identidad, según recoge un reportaje del canal A&E.
Otro caso conocido es el de Wahed Moharam, quien se acogió al programa de protección de testigos tras el testimonio que prestó en el juicio por el atentado al World Trade Center en 1993. Tras ingresar al programa, los alguaciles lo ubicaron en Phoenix y luego en Seattle tras haber supuestamente infringido una norma que reveló su identidad. Finalmente, fue reubicado en Kansas City, donde se casó por segunda vez y reveló su identidad a su nueva esposa. Tras esto fue liberado del programa.
Y si bien estos casos serían aislados, el periodista Bill Moushey -quien se dedicó a investigar sobre el programa de protección de testigos estadounidense- afirmó a A&E que deben ser muchas las personas que infringen las normas sin que los alguaciles se enteren. Él mismo, indicó, ha entrevistado a docenas de testigos protegidos que siguieron relacionándose con personas de su vida anterior o han vuelto a involucrarse en actividades ilegales.
"A menos que alguien sea arrestado o tenga algún tipo de relación con la ley de alguna manera pública, (los alguaciles) normalmente intentan simplemente no prestarle atención", aseguró.