El presidente Donald Trump ordenó el jueves a su administración desmantelar el Departamento de Educación de Estados Unidos, buscando cumplir una de sus principales promesas de campaña. Sin embargo, posteriormente la Casa Blanca reconoció que la agencia no puede ser disuelta por completo.
En el marco de un evento educativo, Trump firmó la orden ejecutiva en una ceremonia en la Sala Este de la Casa Blanca a la que asistieron varios gobernadores republicanos y comisionados estatales de educación.
En la instancia, Trump afirmó que eliminaría el departamento "de una vez por todas".
"Vamos a eliminarlo, y todos saben que es lo correcto", declaró el presidente.
Con esto, el mandatario busca que las funciones del departamento se reduzcan a su mínima expresión, en línea con su promesa electoral de recortar el gobierno federal, y así devolver competencias en enseñanza a los Estados.
De esta forma, la agencia mantendrá competencias básicas relativas, por ejemplo, a la gestión de ayudas, becas o préstamos estudiantiles, consignó EFE.
Además, el mandatario ordenó a la secretaria de Educación, Linda McMahon, tomar "todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del Departamento de Educación y devolver la autoridad educativa a los estados", según consignó un resumen de la orden de la Casa Blanca.
Según USA Today, la orden no puede entrar en vigencia inmediatamente, ya que por normativa, solo el Congreso puede eliminar o desmantelar una agencia federal.
Las dudas surgieron a raíz de que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo horas antes a la prensa que el Departamento de Educación, creado por el Congreso en 1979 durante la administración Carter, no podría ser abolido por orden de Trump, sino que se volvería "mucho más pequeño de lo que es hoy".