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De guerrillero a presidente: José "Pepe" Mujica, referente de la izquierda latinoamericana

El recientemente fallecido exmandatario uruguayo dejó un legado importante tanto a nivel local como regional, destacándose por su estilo de vida sencillo y su fuerte compromiso social.

13 de Mayo de 2025 | 15:42 | Por Gabriel Koenig, Emol.
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El expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica.

EFE
Este martes, el expresidente José "Pepe" Mujica falleció a los 89 años producto de las complicaciones de un tumor en el esófago.

La noticia fue confirmada por el actual mandatario uruguayo, Yamandú Orsi, discípulo político de Mujica, quien escribió en su cuenta de X "con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo".

Quien fuera el 40° presidente de Uruguay fue diagnosticado en abril de 2024 y en enero de este año anunció que el cáncer se había expandido por todo su cuerpo pero que no se sometería a nuevos tratamientos. El líder será recordado por su estilo de vida austero y por consolidar la agenda izquierdista del Frente Amplio.

El 1 de marzo de 2010 Mujica se convirtió en el primer político sudamericano en llegar a la presidencia de su país por medios democráticos después de haber dedicado parte de su vida a luchar contra esa misma institución del Estado a través de la subversión armada.

A pesar de ejercer el cargo político más importante de su país, 'Pepe' rechazó la lujosa casa que el Estado uruguayo ofrece a sus líderes y optó por residir en la pequeña granja de su mujer, Lucía Topolansky, en las afueras de Montevideo. Durante su período como jefe de Estado también donó el 90% de su salario -equivalente a unos 12.000 dólares- a caridad, alineándose con el ingreso promedio uruguayo de la época.

El líder de izquierda será recordado por su oscuro pasado como guerrillero, su crítica abierta al enfoque capitalista y las reformas de vanguardia que comandó en su país, como la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario y la legalización de la marihuana.

Carrera política y camino a la presidencia


Durante los convulsos años 60, en medio de una crisis económica y social que azotaba Uruguay, Mujica se sumergió en la lucha armada uniéndose al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, con el que participó activamente de operaciones que buscaban desafiar el statu quo del país.

En enfrentamientos armados, Mujica recibió seis balazos. Fue arrestado en cuatro ocasiones y, en dos de ellas, logró escapar de la cárcel de Punta Carretas en Montevideo. En total, pasó casi 15 años de su vida en prisión. Su última estancia en la cárcel se extendió por trece años, entre 1972 y 1985, durante la última dictadura que azotó al país.

"Solamente los dogmáticos, los sectarios, los que se niegan a cualquier cambio, pueden estar en contra de la honradez de la palabra experimento".

José Mujica sobre la legalización de la marihuana
Unos años después de ser liberado, creó el Movimiento de Participación Popular (MPP) junto con otros referentes del grupo guerrillero. La agrupación pasó a integrar el Frente Amplio, coalición de izquierda que fue ganando popularidad con el pasar de los años hasta triunfar en las elecciones presidenciales de 2004 de la mano de Tabaré Vázquez, quien designó a Mujica como ministro de Ganadería.

A pesar de que ciertos sectores reclamaban una "falta de profesionalismo", su desempeño en Ganadería destacó por su novedosa capacidad de diálogo con la sociedad y sus esfuerzos en trabajar por los sectores rurales y los pequeños productores, ganando una popularidad que lo llevó convertirse en el candidato presidencial del Frente Amplio en las elecciones de 2009.

Mandato (2010-2015)


José Mujica asumió la presidencia de Uruguay el 1 de marzo de 2010, convirtiéndose en el primer político sudamericano en llegar a la presidencia por medios democráticos después de haber sido parte de un movimiento armado que luchó contra el mismo sistema al que luego accedió a gobernar.

Su mandato estuvo marcado por reformas progresistas en áreas clave como la educación, la salud, y la economía, además de un enfoque particular en los derechos humanos y la justicia social.

Entre las iniciativas que impulsó, destacan la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario y la legalización -bajo regulación del Estado- del mercado de la marihuana, justificado en la lucha contra el narcotráfico en el país. Estas medidas pusieron a Uruguay en el plano internacional, al convertir al país en pionero en términos de igualdad de derechos en la región y en un referente en cuanto a políticas de control de sustancias.

"Solamente los dogmáticos, los sectarios, los que se niegan a cualquier cambio, pueden estar en contra de la honradez de la palabra experimento. Vivir es experimentar, buscar soluciones que a veces sirven y a veces no. ¿Por qué resulta que ahora reconocemos el matrimonio igualitario y antes no? ¿Cuándo experimentamos: ayer u hoy? ¿Por qué cambiamos? ¿Y la esclavitud cómo se fue del mundo?", dijo Mujica en entrevista con BBC en 2014.

Más de una década después de esas reformas, el país ha experimentado varios cambios. Cifras de 2023 entregadas por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) indican que más de 86.000 personas están anotadas en los registros oficiales de consumidores, equivalente a un 2,5% del total de la población uruguaya. No obstante, esto sólo representa al 24% del total de los consumidores de cannabis mayores de 18 años del país.

Por otro lado, la industria cannábica ha sido considerada un "negocio fallido" para los inversionistas. Importantes productoras y proveedores de servicios han abandonado el país en los últimos años reclamando contra las escasas ventas, la burocracia y los errores de cálculo.

Relaciones internacionales


Mujica tuvo relaciones de distinto tipo con líderes sudamericanos, donde destaca su cercanía con Hugo Chávez, con quien mantuvo un fuerte vínculo a pesar de que no elegiría "el modelo chavista".

"Admiro el socialismo del siglo XXI, pero no lo elegiría. Prefiero un modelo de construcción, algo más lento, menos espectacular y más autogestionario. Cuando pase Chávez no habrá construido ningún socialismo, pero habrá un montón de venezolanos que van a estar viviendo un poco mejor", dijo Mujica en 2012. Tras la muerte del expresidente de Venezuela un año después, el líder uruguayo estuvo en primera fila rindiendo homenaje y demostrando su afecto.

No obstante, tras su mandato presidencial, 'Pepe' comenzó a mostrar una postura más distante sobre Venezuela, especialmente bajo el gobierno de Nicolás Maduro. "En Venezuela hay un gobierno autoritario y se lo puede llamar dictador o llámenlo como quieran", declaró el uruguayo en 2024.

Mujica coincidió con otros mandatarios sudamericanos de izquierda durante su periodo como jefe de Estado, entre ellos Lula da Silva (Brasil) y la argentina Cristina Fernández de Kirchner. En relación a esta última Mujica protagonizó un polémico impasse cuando realizó comentarios sobre ella sin percatarse de que los micrófonos estaban encendidos durante al inicio de una conferencia de prensa.

El hecho ocurrió en 2013, cuando el entonces presidente de Uruguay conversaba con el intendente Carlos Enciso sobre las relaciones con sus vecinos. Ahí Mujica comentó: "Para conseguir algo en Argentina, hay que apoyarse un poco en Brasil". Luego, refiriéndose a Cristina Fernández y a su fallecido esposo, Néstor Kirchner, agregó: "Esta vieja es peor que el tuerto".

En relación con Chile, Gabriel Boric comparte una profunda afinidad ideológica con el Mandatario uruguayo. El presidente de Chile alcanzó a despedirse de Mujica el pasado 3 de febrero, cuando viajó a Montevideo para mantener una serie de reuniones, y aprovechó de plantar un olivo junto al expresidente, en un acto de admiración y respeto.

Pero uno de los hechos que más se recuerdan de la relación de Mujica con Chile fue su visita al país en diciembre de 2017, para el cierre de la campaña presidencial de Alejandro Guillier. El exmandatario uruguayo era la figura del evento de cara al balotaje entre el entonces senador y el expresidente Sebastián Piñera. Pero las cosas no resultaron como lo esperaba el comando del candidato de centroizquierda.

Consultado por la prensa por Piñera -con quien coincidió como presidente-, Mujica remarcó que el líder de Chile Vamos "siempre tuvo respeto con Uruguay".

"No son conscientes de que se dan un lujo de tener una elección entre ciudadanos calificados", afirmó. Sus dichos no cayeron bien en el comando de Guillier.

Un líder austero


Sin duda una de las características que más destacaba a Mujica fue su profunda humildad y cercanía con la gente. A diferencia de muchos líderes que optan por residencias oficiales lujosas, Mujica continuó viviendo en su modesta granja junto a su esposa -la también ex guerrillera Lucía Topolansky- rodeado de animales y cultivos, reflejando su conexión con la vida sencilla y rural.

Además, donó el 90% de su salario presidencial a programas sociales, destinando una parte significativa a un plan de viviendas para los más necesitados, conocido como el "Plan Juntos".

"Me llaman 'el presidente más pobre', pero no me siento pobre. Los pobres son aquellos que sólo trabajan para intentar mantener un estilo de vida caro, y siempre quieren más y más", afirmó en 2012.

Otro símbolo de su austeridad es su famoso Volkswagen de 1987, vehículo que utilizó para transportarse por décadas y por el cual rechazó una oferta de un millón de dólares de parte de un jeque árabe.

Desde su pasado guerrillero hasta su mandato presidencial, Mujica será recordado por una vida marcada por la lucha, la resiliencia y la búsqueda de justicia, lo cual lo consolidó como una figura admirada tanto en su país como en el mundo.